La división británica de Northrop Grumman se está asociando con la empresa británica Space Forge, una startup que planea fabricar semiconductores en órbita.
Las empresas anunciaron un “acuerdo de colaboración”, en el que Northrop brindará asesoramiento técnico y comercial, colaborará en diseño y pruebas y ofrecerá capacitación para Space Forge sobre desarrollo de microelectrónica.
“La fabricación en órbita tiene el potencial de abrir una amplia gama de oportunidades en múltiples sectores industriales”, dijo el vicepresidente de espacio civil y comercial de Northrop, Steve Krein.
“Como líder mundial en exploración espacial y servicios en órbita, esperamos colaborar para desarrollar aún más este mercado emergente”, agregó.
Space Forge se fundó en 2018 con la ambición de desarrollar una nave espacial que pueda fabricar materiales de alto rendimiento en órbita. Su vehículo ForgeStar, cuyo lanzamiento se espera para fines de este año, está diseñado para permanecer en el espacio durante seis meses mientras realiza su misión de fabricación y luego regresar a la Tierra con los materiales.
La premisa de Space Forge es que el entorno espacial, en particular condiciones como la microgravedad y el vacío ultra alto, podría producir materiales de mayor calidad y mejorar la eficiencia de ciertos procesos de fabricación como la impresión 3D.
David Pile, director regional del sector empresarial espacial de Northrop en el Reino Unido, Europa, Medio Oriente y el norte de África, dijo que, si bien los semiconductores construidos en el espacio inicialmente serán más costosos de producir, debido al costo de enviarlos hacia y desde la órbita, el objetivo es ampliar la capacidad dentro de estos sectores especializados para hacerla más asequible.
“¿Alguna vez vamos a ampliar la fabricación de semiconductores en órbita en lugar de hacerlo en la Tierra para las cosas normales del día a día? Probablemente no. Siempre va a ser más caro. Pero se trata de casos específicos”, explicó.
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