El pasado 22 de julio, investigadores de Corea del Sur publicaron un artículo anunciando el logro de una hazaña que podría cambiar la ciencia de los materiales: la posible síntesis del primer superconductor a temperatura ambiente. Si estos resultados son auténticos, las implicaciones podrían ser enormes, desde la eficiencia energética hasta el transporte y la computación. Sin embargo, la comunidad científica se muestra cautelosa y escéptica, exigiendo más evidencia antes de celebrar un avance tan significativo.

LK-99

El material en cuestión, denominado LK-99, ha generado un gran revuelo en la comunidad científica. Sin embargo, la fiabilidad de los hallazgos permanece en entredicho, y los expertos están tratando de replicar los resultados para verificar la veracidad de las afirmaciones coreanas. La credibilidad de los informes originales ha sido cuestionada por la manera inusual en que se publicaron dos documentos no revisados por pares en el servidor de prepublicaciones arXiv el mismo día.

Un superconductor es un material que puede conducir electricidad sin resistencia y levitar en presencia de un campo magnético. Actualmente, los superconductores se utilizan en aplicaciones especializadas debido a que necesitan temperaturas extremadamente bajas para funcionar, lo que limita su utilidad en la mayoría de los casos prácticos. La búsqueda de un superconductor que opere a temperatura ambiente ha sido un objetivo clave en la ciencia de los materiales durante décadas.

Si se encontrara un superconductor a temperatura ambiente, se abrirían puertas a una revolución tecnológica en diversos campos. La generación y distribución de energía eléctrica sería mucho más eficiente, ya que actualmente alrededor del 5% de la energía transmitida y distribuida en los Estados Unidos se pierde debido a la resistencia en los cables. Los chips de computadora fabricados con materiales superconductores podrían ser hasta 100 veces más eficientes que los de hoy en día, reduciendo significativamente el impacto ambiental de los centros de datos. Además, trenes de alta velocidad podrían levitar sobre el material superconductor, permitiendo una forma de transporte terrestre más rápida y eficiente.

Cautela y rigurosidad científica

Sin embargo, antes de celebrar un avance revolucionario, la comunidad científica ha aprendido a ser cautelosa debido a experiencias pasadas. En 2020, investigadores de la Universidad de Rochester afirmaron haber descubierto un método para producir un compuesto que exhibía superconductividad a 287 Kelvin (-14°C). Sin embargo, otros investigadores no pudieron replicar los resultados y el artículo original fue retractado.

Este no es el primer caso de supuestos descubrimientos de superconductores a temperatura ambiente que resultan ser falsos alarmas. En la década de 1990, se informó sobre supuestas superconductividades a temperatura ambiente, pero después se comprobó que no eran ciertas.

Los informes actuales del equipo de investigadores coreanos han sido analizados minuciosamente por expertos en el campo de la ciencia de los materiales. Un aspecto preocupante es que los investigadores no sintetizaron una muestra pura de LK-99, lo que es un requisito esencial para medir la resistencia de manera confiable. Además, no llevaron a cabo los análisis habituales que se realizan para verificar la estructura de un nuevo material.

Un video de una muestra de LK-99 levitando ha sido compartido por los investigadores coreanos como prueba de su hallazgo. Sin embargo, levitar no siempre es un indicativo claro de superconductividad, ya que algunos materiales también pueden exhibir un comportamiento diamagnético similar sin ser superconductores.

¿El futuro es hoy?

Ante la controversia y las dudas, varios laboratorios de todo el mundo están intentando replicar los resultados presentados por el equipo coreano. Hasta el momento, los esfuerzos más creíbles han arrojado resultados negativos, y el consenso general es que se necesita más investigación y pruebas para llegar a una conclusión definitiva.

La fiebre por el descubrimiento del superconductor a temperatura ambiente ha contagiado a expertos y entusiastas por igual. Mientras los científicos continúan sus esfuerzos para comprobar la autenticidad del descubrimiento, muchos coinciden en que la ciencia necesita tiempo, paciencia y un enfoque riguroso para garantizar que los resultados sean veraces y confiables. Hasta entonces, la comunidad científica seguirá trabajando diligentemente para desentrañar los misterios de los materiales superconductores y esperar el día en que un superconductor a temperatura ambiente se convierta en una realidad.

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Fuente: TIME

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