La pelea entre Donald Trump y Elon Musk ha puesto patas para arriba la política estadounidense. Esto se debe a que el CEO de SpaceX tiene una gran cantidad de contratos gubernamentales, principalmente en el ámbito espacial por un valor de aproximadamente US$ 22.000 millones. Sin embargo, esto podría ser una oportunidad para Boeing y su cápsula Starliner.
El jueves, cuando todo estalló, Trump amenazó con cortar dichos contratos, a lo que Musk respondió anunciando que su compañía espacial “comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon de inmediato”.
Horas después, Musk dio marcha atrás. Sin embargo, en cuestiones de horas el magnate dejó en evidencia la gran dependencia de la NASA de SpaceX: la cápsula Dragon es la única nave espacial estadounidense capaz de enviar astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional.
La NASA ha confiado en la nave espacial desde 2020 en virtud de un contrato con SpaceX por valor de US$ 5.000 millones. Por lo tanto, sacar a Dragon del servicio probablemente interrumpiría el programa de la estación espacial, que involucra a docenas de países.
¿Starliner al rescate?
En un llamativo mensaje, el viernes, horas después de la amenaza de Musk, la NASA anunció que “lo más pronto que la nave espacial Starliner de Boeing podría volver a volar es a principios de 2026”. Además, la agencia dijo que continúa avaluando si enviará humanos a bordo.

La noticia no es sorprendente si se tiene en cuenta que, desde hace años, la NASA busca tener una segunda opción para viajar a la Estación Espacial con el objetivo de reducir su dependencia de Musk.
Sin embargo, lo que sí llama la atención es que apenas hace un año Starliner experimentó importantes inconvenientes: llevó a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams a la estación, pero no pudo traerlos de regreso.
Los problemas de Starliner con su sistema de propulsión obligaron a la NASA a traerla de regreso a la Tierra sin tripulación, mientras que la estadía de Wilmore y Williams, que debía de ser de un poco más de una semana, se estiró durante nueve meses en la estación.
Por lo tanto, aunque con su mensaje la NASA seguramente intentó mandarle un mensaje a Musk, la realidad es que, a corto plazo, seguirá dependiendo de Dragon para sus misiones hacia la estación.
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