El espacio exterior está lleno de misterios que, por el momento, los seres humanos no han podido resolver. Sin embargo, un pequeño enigma ha sido resuelto recientemente: tras varios meses desaparecido, el primer tomate cultivado en el espacio exterior fue encontrado.
En marzo, un tomate había sido cosechado en la Estación Espacial Internacional, aunque fue extraviado por el astronauta Frank Rubio. La cosecha del fruto se produjo tras varios meses de cultivo en una cámara especial de crecimiento, mientras los científicos observaban cuidadosamente su desarrollo.
Para lograrlo, se utilizaron técnicas de hidroponía (cultivo sin tierra), donde las raíces de las plantas recibieron una solución nutritiva balanceada para su cultivo.
Pero tras ese proceso, el propio Rubio explicó que cosechó el tomate y lo guardó en una bolsa: “Estaba seguro de que lo había colocado donde debía, pero cuando volví, ya no estaba”.
Incluso, el propio Rubio había sido acusado, a modo de broma, de haberse comido el tomate. Sin embargo, la astronauta Jasmin Moghbeli anunció recientemente que lo encontró: “Bueno, puede que hayamos encontrado algo que alguien llevaba tiempo buscando”.
“A nuestro buen amigo, Frank Rubio, que se dirigía a casa, se le ha culpado durante bastante tiempo de haberse comido el tomate, pero podemos exonerarlo”, agregó Moghbeli.
Según expertos, las condiciones de microgravedad de la Estación Espacial hacen que los objetivos no asegurados puedan flotar y desaparecer en cualquier lugar del gigantesco laboratorio orbital.
Tal vez te interese: El primer segmento de la Estación Espacial rusa estaría en órbita en 2027