China vuelve a intentar recuperar un cohete reutilizable, y vuelve a fallar, ahora con el Long March 12A

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Cohete reutilizable chino Long March 12.

China sumó un nuevo intento, y un nuevo tropiezo, en su carrera por dominar la reutilización de cohetes. El Long March 12A, desarrollado por el conglomerado estatal CASC (China Aerospace Science and Technology Corporation), despegó desde la Dongfeng Commercial Space Innovation Pilot Zone, al noroeste del país. Si bien la segunda etapa alcanzó la órbita prevista, el objetivo fundamental de la misión no se concretó, ya que la primera etapa no fue recuperada.

CASC no difundió detalles técnicos del fallo ni su causa inmediata. Sin embargo, confirmó que abrió una revisión completa del ensayo y destacó que, pese al resultado, el vuelo dejó datos clave en condiciones de vuelo reales, útiles para ajustar procedimientos y diseño antes de nuevos intentos.

El lanzador chino Long March 12A, esperando en plataforma para su lanzamiento.

¿Por qué la recuperación es tan importante?

Recuperar un booster no es un objetivo adicional, es la diferencia entre un lanzamiento caro y uno repetible con alta cadencia. Reutilizar un cohete exige que la primera etapa sobreviva a un perfil brutal. Desde la separación, la reorientación, el control durante la reentrada, la gestión térmica, el encendidos de frenado y una maniobra final que combine precisión y margen de seguridad.

Eso es justamente lo que SpaceX ya hace de forma sistemática con Falcon 9: aterriza, recupera y vuelve a volar etapas, y con esa receta empujó su ritmo de misiones.

Para China, la presión no es solo técnica, también es comercial. En órbita baja, Starlink ya tiene miles de satélites operativos y repone la constelación con una frecuencia muy alta. Del otro lado, Beijing necesita que sus propios proyectos —Guowang y Qianfan— puedan escalar sin que cada misión cueste una fortuna. En ese mercado, recuperar boosters, además de dar prestigio, baja costos y permite lanzar seguido. Sin esa capacidad, igualar precios y volumen de despliegue es muy difícil.

China y su tropiezo estatal con el Long March 12A, que llega tras el tropiezo privado

El fallo del Long March 12A llega pocas semanas después de que la privada LandSpace intentara un vuelo completo de reutilización con el Zhuque-3. En ese caso, el booster tampoco logró completar el aterrizaje.

Por ahora, China prueba, pero no recupera. CASC juega con escala estatal, puesto que es el principal contratista de lanzadores del programa espacial chino. LandSpace, por su parte, compite con lógica de startup. Sin bien hay diferencia en el tamaño, los dos chocaron contra la misma pared.

El Long March 12A debutó como un vehículo grande, con más de 70 metros de altura, señal de que China está probando reutilización en serio y a gran escala. Pero sigue en la parte cara del proceso: sumar datos reales de vuelo sin conseguir todavía el ahorro que trae una etapa recuperada.

Del otro lado, esa rutina ya existe con el Falcon 9, y Blue Origin ya sumó su primer intento con New Glenn, aunque aún lejos del ritmo de SpaceX.

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