Después de semanas de especulaciones, le empresa japonesa ispace confirmó por qué su módulo Resilience se estrelló en la Luna cuando intentaba aterrizar. Según la compañía, el telémetro láser de la nave espacial, o LRF, experimentó una anomalía que impidió que obtuviera mediciones válidas de su distancia a la superficie lunar. Esto, a su vez, generó que el módulo de aterrizaje se desacelerara a la velocidad adecuada, lo que provocó que se estrellara.
Resilience realizó ese “aterrizaje forzoso” el 5 de junio mientras intentaba llegar a la región de Mare Frigoris. Para la empresa, esto representó un duro golpe ya que fue la segunda vez que perdió un módulo de aterrizaje mientras descendía sobre la superficie lunar. En abril de 2023, perdió su módulo Hakuto-R de manera similar.

Posibles explicaciones
Por el momento, ispace todavía no está segura de qué causó la anomalía en el telémetro láser de Resilience. Sin embargo, ya identificó posibles causas directas.
Por un lado, dice que es posible que la reflectividad de la superficie lunar “exhibiera propiedades inesperadas”. Esto habría impedido que la nave espacial determinara su altitud correcta.
Otra posibilidad es que el ángulo del láser en relación con la superficie lunar “contribuyó a la reducción de la reflectividad”. O también podría ser que la menor potencia del láser en Resilience hizo que la reflectividad del telémetro fuera demasiado baja para que la nave detectara su entorno correctamente.
Por último, iSpace dijo que también es posible que la nave simplemente no funcionara a altas velocidades tan bien como se esperaba, o que la radiación pudiera haber degradado el rendimiento de la nave espacial.
iSpace ya tiene definidas sus próximas dos misiones de aterrizaje lunar: conocidas como Misión 3 y Misión 4, respectivamente, utilizarán un módulo de aterrizaje mucho más grande y capaz conocido como Apex 1.0.
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