La robótica militar puede claramente actuar como un multiplicador de fuerza, permitiendo misiones más eficientes e impactantes. Su programación tiene el potencial de disminuir costos, errores y daños colaterales en áreas que, de otro modo, serían peligrosas o tomarían mucho tiempo. Además, su implementación podría expandir el campo de batalla a ubicaciones globales y de alta complejidad que anteriormente eran inaccesibles.

Peligros de la robótica militar

No obstante, los críticos de su uso extendido destacan desventajas relacionadas con la escalada de conflictos, fallos en la toma de decisiones y la responsabilidad en situaciones de vida o muerte, así como el riesgo de piratería y de ingeniería inversa, entre otras preocupaciones.

El uso creciente de tecnología robótica transformará a las fuerzas armadas y probablemente disminuirá el riesgo para los soldados humanos, pero aquí radica una de las mayores inquietudes: la eliminación del factor humano podría, sin querer, aumentar tanto la magnitud como la frecuencia de los conflictos. Sin un riesgo real y la presión política correspondiente, las probabilidades de que estos conflictos lleguen a su fin podrían reducirse.

En esas guerras futuras, también existe un problema potencial en la distinción de objetivos. Existe la preocupación de que un robot pueda equivocarse al diferenciar entre combatientes y no combatientes, lo que podría resultar en un aumento de las muertes de civiles, algo que ya sucede. La diferencia aquí es que cuando se trata de un robot militar con inteligencia artificial tomando decisiones de vida o muerte, se vuelve más difícil asignar responsabilidad cuando se cometen errores, lo que podría incrementar los daños colaterales.

Utilidades actuales de la tecnología robótica

Por más avanzado que pueda llegar a ser un robot militar, en última instancia, sigue siendo una computadora, y como tanto las películas como la realidad nos han demostrado, pueden ser controlados. La preocupación aquí es que un grupo enemigo, ya sea militar o terrorista, podría aplicar ingeniería inversa a la tecnología robótica y usarla en nuestra contra. Solíamos pensar que los robots podrían defenderse por sí solos, y eso sigue siendo una preocupación, pero en este momento es más probable que otro ser humano simplemente los programe para que lo hagan.

Aunque esta tecnología está en uso, todavía estamos algo alejados del futuro que imaginábamos; los robots no reemplazarán a los soldados humanos en el corto plazo. Actualmente, el uso principal de los robots militares se da en vehículos terrestres, aéreos y submarinos no tripulados. Según “el proveedor militar ADS”, existen aproximadamente siete tipos de aplicaciones para estos robots. Entre ellas se incluyen el transporte de soldados y equipos, los robots de búsqueda y rescate que se dirigen a lugares inaccesibles para los humanos (especialmente útiles en casos de desastres naturales) y los robots de reconocimiento y vigilancia.

Además, dado que los robots pueden operar en entornos extremos, también se emplean como bomberos cuando investigan un lugar incendiado, para limpiar y detectar minas terrestres en zonas de guerra, y, por supuesto, como robots armados para neutralizar amenazas y defenderse automáticamente (como “este tanque no tripulado que podría cambiar el juego”). La última aplicación podría revolucionar la imagen del sargento de instrucción, con la introducción de robots de entrenamiento que ayudan a crear escenarios realistas de combate.

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