En una situación más que extraña, el lanzamiento de la nave espacial rusa Soyuz MS-25, que debía transportar a un grupo de astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI), fue cancelado segundos antes del despegue.

El lanzamiento iba a realizarse desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, pero, cuando todo estaba listo para el despegue, desde la trasmisión oficial anunciaron la “cancelación automática del lanzamiento”.

La suspensión se produjo apenas 21 segundos antes de que el cohete despegara con la astronauta de la NASA, Tracey Caldwell Dyson; al cosmonauta ruso Oleg Novitskiy y a la bielorrusa Marina Vasilevskaya.

“El lanzamiento de la Soyuz ha sido abortado. Así que hoy no habrá visitantes a la Estación Espacial Internacional. La próxima oportunidad de lanzamiento, en espera de que se resuelva lo ocurrido hoy, sería el sábado por la mañana”, explicó el portavoz de la NASA, Rob Navias.

Navias dijo que el aborto fue provocado por un sistema automático, poco antes del encendido del motor, aunque dejó en claro que “el vehículo está a salvo, todas las operaciones de abastecimiento de combustible han cesado. Todos los comandos de seguridad se han proporcionado a bordo del cohete, por lo que no hay peligro para la tripulación. Están perfectamente seguros”, agregó.

Por ello, ahora Dyson, Novitskiy y Vasilevskaya deberán esperar algunos días más para unirse a la actual tripulación de la Estación Espacial Internacional: mientras que Dyson y Novitskiy planean pasar seis meses a bordo, Vasilevskaya pasará unos 12 días allí y regresará a la Tierra con la tripulación de la Expedición 70.

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