En un ejercicio estratégico realizado en julio de 2023 por el Instituto Mitchell de Estudios Aeroespaciales, un think tank respaldado por empresas de defensa y afiliado a la Asociación de Fuerzas Aéreas y Espaciales, se ha expuesto un concepto crucial que podría transformar la forma en que las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos abordan la seguridad y defensa.

Durante el juego de guerra, denominado “campaña”, tres equipos aéreos simularon una confrontación con China utilizando unmix de sistemas de combate colaborativos (mix of collaborative combat aircraft, CCA) tanto tripulados como no tripulados. El enfoque consistió en “perturbar y estimular” el sistema integrado de defensa aérea chino, localizar sus nodos críticos y reducir las amenazas para apoyar las operaciones de aviones tripulados, según el informe reciente del instituto.

El ejercicio destaca la necesidad de encontrar compensaciones adecuadas entre el costo y la capacidad de los aviones no tripulados, un tema crucial mientras las Fuerzas Aéreas buscan equilibrar sus recursos para enfrentar los desafíos futuros.

Aunque las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos han expresado la importancia estratégica de los CCA, aún enfrentan el desafío de equilibrar el costo y la capacidad de su futura flota de aviones no tripulados. El informe refleja la urgencia de encontrar soluciones asequibles, especialmente considerando que el próximo avión de combate tripulado, NGAD (Next Generation Air Dominance), no estará disponible hasta la década de 2030 y podría tener un precio elevado.

El juego de guerra también resalta la importancia de la asequibilidad, ya que los equipos optaron en su mayoría por CCA de menor costo. Con declaraciones del Secretario de las Fuerzas Aéreas, Frank Kendall, sugiriendo que un solo CCA no debería costar más de un tercio de un F-35, se estima que un CCA podría rondar los 27 millones de dólares.

Mark Gunzinger, director de conceptos futuros y evaluación de capacidades del Mitchell Institute, enfatiza que la clave está en entender las compensaciones necesarias para tener sistemas asequibles, escalables y creíbles en combate.

En respuesta a esta necesidad, Estados Unidos ha anunciado contratos con empresas líderes, incluyendo Boeing, General Atomics, Lockheed Martin, Northrop Grumman y Anduril, para diseñar y construir una flota de al menos mil CCA. Este paso refleja el reconocimiento de la importancia de contar con una flota de aviones no tripulados asequibles y eficientes para mantener una ventaja estratégica en escenarios futuros.

El juego de guerra no solo ofrece una visión de la estrategia militar futura, sino que también destaca la creciente relevancia de los aviones no tripulados en la seguridad nacional y en la proyección de poder de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos.

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