Bob Smith, actual director ejecutivo de Blue Origin, la compañía espacial de Jeff Bezos, dejará su cargo a fin de año y será remplazado por el ex ejecutivo de Amazon, Dave Limp.

Limp, ex vicepresidente senior de Amazon, que dirigió la unidad de dispositivos de consumo de la compañía, se convertirá en director ejecutivo de Blue Origin el 4 de diciembre.

“Jeff y yo hemos estado discutiendo mi plan durante meses”, les dijo Smith a los empleados en un correo electrónico, agregando que permanecería en la empresa hasta el 2 de enero “para garantizar una transición sin problemas con el nuevo director ejecutivo”.

Limp, había supervisado algunos de los dispositivos de consumo más conocidos de Amazon, como los productos Echo. Sin embargo, anunció su retiro en agosto después de que esa división tuviera dificultades para generar ingresos.

Pero Limp tiene algo de experiencia en el espacio, ya que, mientras estuvo en Amazon, supervisó la creación del proyecto Kuiper de la empresa, una red planificada de miles de satélites con transmisión de Internet que competirá con la red Starlink de SpaceX.

En Blue Origin, Limp supervisará el retrasado inicio de lanzamiento orbital de la compañía, una fuente de ingresos potencialmente crucial, y su negocio de módulos de aterrizaje lunar, que planea llevar humanos a la Luna.

Bezos junto a Smith. Créditos: REUTERS/Joe Skipper

El legado de Smith

Por su parte, Smith, un ex ejecutivo de Honeywell Aerospace, fue contratado por Bezos como director ejecutivo en 2017 para ayudar a hacer crecer Blue Origin.

Pero, aunque la empresa ha tenido éxito con su negocio de turismo espacial suborbital bajo el liderazgo de Smith, perdió terreno frente a SpaceX y otras compañías en lo que respecta a contratos gubernamentales lucrativos y de alto perfil, algo que es crucial para el objetivo de Blue Origin de lanzar seres humanos y satélites más allá de la atmósfera de la Tierra.

Por el momento, la compañía, fundada en 2000, no ha lanzado nada a la órbita de la Tierra, pero está en las etapas finales del desarrollo de un cohete de carga pesada, denominado New Glenn, que espera competir con el Falcon 9 de SpaceX y el Starship.

“A través de esta transición, sé que permaneceremos enfocados en nuestros compromisos con los clientes, cronogramas de producción y ejecución con velocidad y excelencia operativa”, dijo Bezos al respecto.

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