El Telescopio Espacial James Webb ha capturado en detalle sin precedentes los espectaculares capítulos finales de la vida de una estrella.

Los astrónomos afirman que la imagen de la Nebulosa del Anillo, que obtuvo su nombre de su estructura ondulante similar a un donut, podría proporcionar nuevas perspectivas sobre lo que sucede con los cuerpos celestes al morir.

El Dr. Mike Barlow, quien lideró un equipo internacional de científicos en el proyecto, dijo que esta imagen ofrece “un vistazo del futuro lejano del Sol”.

La Nebulosa del Anillo se encuentra a 2.600 años luz de la Tierra y nació a partir de una estrella moribunda que expulsó sus capas externas, como se muestra en la imagen por el brillante anillo rosado.

Se ubica en la constelación de Lyra y es visible en el cielo nocturno durante los meses de verano.

Al igual que los fuegos artificiales, diferentes elementos químicos en la nebulosa pueden emitir luz de colores específicos, lo que permite a los astrónomos estudiar su evolución en detalle.

El Dr. Barlow dijo que la nueva imagen de la Nebulosa del Anillo, también conocida como Messier 57, también reveló la región interna alrededor de la enana blanca central “con una claridad exquisita”. Una enana blanca ofrece una visión del destino del Sol, ya que es lo que estas estrellas se convierten una vez que se agota su combustible nuclear, cerca del final de su etapa de combustión, y comienzan a expulsar la mayor parte de su material externo.

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