La NASA recurrió a la startup Katalyst para evitar que un observatorio, de US$ 500 millones, en órbita caiga a la atmósfera de la Tierra.
Específicamente, la agencia espacial estadounidense le otorgó a Katalyst Space Technologies, con sede en Arizona, US$ 30 millones para enviar una versión modificada de su nave espacial “Link” al Observatorio Neil Gehrels Swift de la NASA.
Esta última es una nave espacial en órbita terrestre baja que ha estado observando galaxias distantes y agujeros negros desde su lanzamiento en 2004.
También conocido como SWIFT, el observatorio está ubicado a 585 km de altura en la órbita terrestre baja. Pero se ha enfrentado a una órbita que decae gradualmente debido a la resistencia atmosférica natural.
En este sentido, sin propulsión a bordo para deslizarse más alto, y sin ganchos para que otras naves espaciales lo agarren, SWIFT tiene un 90% de posibilidades de quemarse en la atmósfera de la Tierra para fines de 2026. Por ello, la misión de Link será impulsarla para evitar que esto suceda.
“Vamos a por un satélite no preparado que no fue diseñado para ser reparado”, dijo el director ejecutivo de Katalyst, Ghonhee Lee.
Según él, la misión “mostraría que podemos subir y dar servicio a cualquier satélite, incluso si no tiene un anillo adaptador de lanzamiento”.
Para SWIFT, Lee dijo que Katalyst utilizará una nave espacial que inicialmente tenía la intención de enviar en una misión de demostración interna. Las modificaciones a la nave comenzarán el próximo mes antes de un lanzamiento al espacio en mayo de 2026.
Más allá de la ciencia
En plena carrera espacial, las naves espaciales maniobrables y las misiones de acoplamiento en órbita son consideradas clave para las operaciones militares.
Es por ello que el Pentágono estará observando de cerca, dijo Lee, quien espera colaborar con el Comando Espacial de Estados Unidos para pruebas adicionales de maniobras orbitales después del impulso de la órbita SWIFT.
“Obviamente, este es un satélite de la NASA, y es un telescopio espacial civil en el que trabajaremos aquí”, dijo Lee sobre la misión SWIFT.
“Pero las implicaciones de esto cuando se trata de la guerra espacial y la superioridad espacial son realmente profundas”, agregó. El Pentágono ha estado buscando capacidades similares, aunque muchos de sus esfuerzos de maniobras espaciales son secretos.
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