VENG S.A., la empresa nacional reconocida por desarrollar sistemas de lanzamiento espaciales, expandió su capacidad tecnológica al sector industrial del petróleo y la energía. La compañía decidió diversificarse aprovechando sus capacidades tecnológicas para explorar otros mercados. La premisa es llevar el conocimiento desarrollado para operar en el espacio a otros entornos desafiantes donde la precisión, la seguridad y la ingeniería avanzada sean esenciales.
Uno de los casos más llamativos es la adaptación de cargas pirotécnicas, desarrolladas originalmente para sistemas de terminación de vuelo en lanzadores espaciales, al uso en pozos de fractura hidráulica. Lejos de ser una aplicación forzada, ambas tecnologías comparten exigencias similares: tiempos de activación precisos, condiciones extremas y alta confiabilidad. VENG rediseñó esta solución espacial para cumplir un nuevo rol, respondiendo a los desafíos operativos del fracking.

Terminación de vuelo y detonaciones controladas: una misma lógica de seguridad
En los sistemas espaciales, el Flight Termination System (FTS) es un mecanismo de seguridad diseñado para evitar catástrofes en tierra. Si durante el lanzamiento un cohete se desvía de su trayectoria prevista, puede representar un riesgo para zonas pobladas o instalaciones sensibles. Entonces, el FTS permite destruirlo de forma remota y controlada, antes de que impacte en cualquier lugar no planificado.
Este sistema está compuesto por cargas explosivas integradas, que pueden activarse desde tierra en cuestión de milisegundos. Su diseño debe garantizar una detonación confiable y precisa, incluso bajo condiciones extremas de presión, vibración y temperatura. Se trata de una medida de última instancia, pero fundamental para preservar la seguridad en lanzamientos.
Ese mismo nivel de exigencia resulta aplicable al proceso de fractura hidráulica, donde se insertan cargas explosivas en pozos petrolíferos para generar las primeras fracturas en la roca. Estas detonaciones deben activarse con precisión milimétrica a grandes profundidades, en condiciones severos de presión y temperatura. VENG adaptó su experiencia en FTS para desarrollar dispositivos pirotécnicos confiables y seguros, capaces de operar en los entornos extremos del subsuelo.
El fracking es esencial para la extracción de hidrocarburos no convencionales, como los de Vaca Muerta. Implica generar fracturas controladas en formaciones rocosas de baja permeabilidad para liberar gas o petróleo atrapado. La tecnología desarrollada por VENG permite iniciar este proceso con cargas diseñadas bajo estándares aeroespaciales, optimizadas para funcionar con máxima eficiencia en operaciones energéticas de alta demanda.

VENG, la industria del petróleo y otra transferencia exitosa
Además del uso de pirotecnia, VENG también volcó su experiencia en materiales compuestos al diseño y fabricación de tanques de fibra de carbono bobinados para el transporte de gas natural comprimido (GNC) en camiones. Estos tanques se desarrollaron a partir de tecnologías utilizadas en estructuras aeroespaciales, y combinan alta resistencia mecánica con bajo peso, permitiendo una mayor capacidad de carga útil y mejor eficiencia logística. Los recipientes están diseñados para operar a presiones de hasta 250 bar y mantienen su integridad estructural frente a ciclos térmicos y mecánicos extremos, lo que los convierte en una alternativa competitiva y segura para el transporte de energía.
La industria espacial como motor transversal de desarrollo
La expansión de VENG hacia el sector energético es mucho más que una estrategia de diversificación empresarial. Representa una apuesta por la autonomía tecnológica del país y una demostración concreta del potencial de la industria espacial como catalizadora de soluciones en múltiples sectores. Lo que antes era una tecnología reservada a los lanzamientos de satélites hoy se aplica bajo tierra, en yacimientos, ductos y camiones. Y lo hace con una misma premisa, que la ingeniería nacional puede desarrollar, adaptar y escalar soluciones críticas con estándares internacionales de calidad.
En un país que busca consolidar su soberanía energética y fortalecer su matriz industrial, la experiencia de VENG muestra que es posible hacerlo con tecnología propia, con talento local y con una visión que no le teme a los desafíos extremos. Desde los cielos hasta las profundidades de la Tierra, la ciencia argentina demuestra que no hay fronteras para quienes se atreven a repensar su rumbo.
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