El pasado miércoles 23 de julio, el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE recibió la visita de autoridades nacionales. Allí se realizó una jornada técnica que incluyó una prueba de desarrollo del propulsor MT-B como parte del programa de desarrollo del motor cohete RS-3.
Participaron en la actividad el Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua; el Subsecretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, César Gazzo Huck; y el Director Nacional de Comunicación Digital de Presidencia, Juan Pablo Carreira.
Además, estuvieron presentes el Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, Raúl Kulichevsky; y el presidente de VENG, Roberto Yasielski, entre otros. Durante la jornada, las autoridades recorrieron distintas instalaciones del centro espacial de la CONAE.
Una prueba clave para la CONAE
Sin embargo, el momento más relevante de la jornada fue la visualización del encendido funcional del propulsor MT-B. Por un lado, la prueba buscaba validar los procesos de diseño, manufactura, integración y operación del motor en evaluaciones de tiempo prolongado, caracterizando el comportamiento térmico de la cámara regenerativa y la performance del conjunto en condiciones de funcionamiento sostenido.
Su diseño optimizado, basado en técnicas evolucionadas de atomización y en el uso de aleaciones avanzadas, permite alcanzar altas prestaciones con menor masa estructural. Esto constituye una ventaja crítica para futuros vehículos de lanzamiento.
Características del MT-B
El MT-B es un propulsor cohete de combustible líquido, alimentado con oxígeno líquido y kerosene refinado, con una sola cámara de empuje refrigerada regenerativamente.
Según CONAE, “este sistema emplea una alimentación forzada mediante turbobomba de ciclo abierto con generador de gases, una arquitectura comparable a la de los motores más avanzados de su clase”.
La cámara regenerativa fue fabricada con tecnologías de manufactura aditiva, que combinan impresión 3D metálica y electroforming. Esto permite una mayor precisión en el diseño y optimización térmica del componente.
Este propulsor está especificado para alcanzar un empuje de 4 toneladas en vacío, con un tiempo de quema total de 600 segundos y posibilidad de reencendido.
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