Aunque la Agencia Espacial Europea (ESA) ya planea enviar el rover Rosalind Franklin a Marte durante la ventana de lanzamiento que se abrirá en 2028, también tiene en mente un proyecto mucho más ambicioso.
En diciembre, la agencia emitió una convocatoria de propuestas titulada “Capacidad avanzada de entrada, descenso y aterrizaje en Marte”. En ella, pidió a los países y empresas europeas que “comiencen a avanzar en el desarrollo de módulos de aterrizaje de entrada guiada y sus tecnologías asociadas, evitando callejones sin salida tecnológicos a medida que avanza la capacidad”.
La misión, que se lanzaría en 2035, apunta a lograr un aterrizaje de alta precisión, aunque por el momento no se han dado más detalles.
Lo que sí se sabe es que la ESA quiere comenzar cuanto antes con el proyecto para definir los aspectos tecnológicos, el cronograma de desarrollo y las estimaciones presupuestarias. El objetivo es aumentar las posibilidades de que la misión reciba aprobación después de una reunión ministerial clave de la agencia, que se celebrará en noviembre en Alemania.
“Una segunda razón para la puntualidad es que 2035 es la fecha de lanzamiento más favorable en la próxima década”, explica el documento.
Las ventanas de lanzamiento a Marte son períodos de pocas semanas que se abren cada 26 meses, debido a las posiciones relativas de los planetas, durante los cuales una nave espacial puede viajar hacia Marte utilizando una menor cantidad de combustible.
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