La NASA sigue trabajando para comprender los problemas detectados en el escudo térmico de la cápsula Orión durante la misión no tripulada Artemis 1 a la Luna en 2022. A pesar del éxito general de la histórica misión, el comportamiento inesperado del material ablativo del escudo térmica ha generado preocupación y ha llevado a retrasar la siguiente etapa de la campaña Artemis.

Después del regreso sin contratiempos de la cápsula Orión a la Tierra el 11 de diciembre de 2022, la agencia espacial y sus contratistas comenzaron a analizar en detalle los datos de la reentrada. Se detectó que el material carbonizado del escudo térmico se desprendía de manera distinta a lo previsto por los modelos y las pruebas de laboratorio.

Si bien el escudo soportó adecuadamente las extremas temperaturas y velocidades de la reentrada a 40.000 km/h, protegiendo la cápsula, la pérdida inesperada de trozos de la capa de carbón ha generado interrogantes que la NASA está empeñada en resolver antes de proceder con la siguiente misión tripulada, Artemis 2, programada originalmente para 2024 pero que ahora se ha postergado hasta septiembre de 2025.

Para entender a fondo este fenómeno, el equipo de Orión, junto con expertos de Lockheed Martin -contratista principal del programa-, han diseñado una extensa campaña de pruebas en diversos centros de la NASA y laboratorios externos. Esto incluye el uso de instalaciones especializadas como el Laboratorio de Evaluación de Materiales Endurecidos por Láser y el Complejo de Chorros de Arco del Centro de Investigación Ames, que permiten recrear las condiciones extremas de la reentrada.

Además de las pruebas físicas, se está realizando un análisis profundo de los datos recopilados durante el vuelo de Artemis 1, con el objetivo de identificar la causa raíz del desprendimiento prematuro de la capa de carbón. Según la NASA, se espera tener conclusiones concretas sobre este aspecto durante la primavera de 2024.

Paralelamente, Lockheed Martin también está proporcionando soporte analítico para demostrar que se mantienen márgenes térmicos aceptables y justificar la viabilidad de la próxima misión tripulada Artemis 2. Es crucial para la agencia espacial asegurar la confiabilidad del sistema de protección térmica antes de enviar astronautas a la Luna.

Si bien es posible que se requieran ajustes en el diseño o proceso de fabricación del escudo térmico de Orión, la NASA ha expresado que aún es prematuro hacer recomendaciones específicas. El objetivo es contar con la mayor certeza posible sobre el comportamiento del material ablativo en futuras misiones, garantizando la seguridad de la tripulación.

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Fuente: Space.com

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