Recientemente, el rover Perseverance de la NASA ha cumplido su día número mil en Marte. Sin embargo, lejos de que su misión esté llegando a su fin, el artefacto continúa realizando increíbles hallazgos.

En las últimas semanas, Perseverance ha estado estudiando un río que contiene evidencia de un lago que llenó el cráter Jezero hace miles de millones de años. 

En este sentido, ha tomado varias muestras de la región, entre las que se destacan la denominada “Bahía Lefroy” que contiene una gran cantidad de sílice de grano fino, un material conocido por preservar fósiles antiguos en la Tierra.

Por otra parte, la muestra “Otis Peak” contiene una cantidad significativa de fosfato, la cual habitualmente se asocia con la vida tal como la conocemos en la Tierra.

Además, ambas muestras son muy ricas en carbonato, lo que puede preservar un registro de las condiciones ambientales desde que se formó el planeta rojo.

Perseverance analizó esta roca erosionada, denominada “Bills Bay”, y encontró carbonatos (púrpura) y sílice (verde), los cuales son buenos para preservar signos de vida antigua.

“Elegimos el cráter Jezero como lugar de aterrizaje porque las imágenes orbitales mostraban un delta, una evidencia clara de que un gran lago alguna vez llenó el cráter. Un lago es un entorno potencialmente habitable, y las rocas del delta son un entorno excelente para enterrar signos de vida antigua como fósiles en el registro geológico”, dijo Ken Farley de Caltech, el científico del proyecto Perseverance.

“Después de una exploración exhaustiva, hemos reconstruido la historia geológica del cráter, trazando su fase de lago y río de principio a fin”, agregó.

La historia de Jezero

Según la NASA, Jezero se formó a partir del impacto de un asteroide hace casi 4.000 millones de años. Y, desde su aterrizaje en febrero de 2021, Perseverance ha descubierto que el suelo del cráter está hecho de roca ígnea formada a partir de magma subterráneo o de actividad volcánica en la superficie.

Además, ha encontrado arenisca y lutita, lo que indica que el primer río que llegó al cráter lo hizo cientos de millones de años después.

El robot de la NASA también descubrió en la región lutitas ricas en sal, lo que indica la presencia de un lago subterráneo poco profundo que en algún momento se evaporó. La NASA cree que el lago eventualmente creció hasta alcanzar 35 kilómetros de diámetro y 30 metros de profundidad.

También se sospecha que el agua que fluía rápidamente por la zona trajo rocas desde fuera de Jezero, distribuyéndolas sobre la cima del delta y otras partes del cráter.

Imagen del Cráter Jezero en donde el color verde representa los carbonatos, minerales que se forman en ambientes acuosos con condiciones que podrían ser favorables para preservar signos de vida antigua.

Las muestras de Perseverance

Las muestras que recopila el rover son aproximadamente del tamaño de un trozo de tiza que se utiliza para escribir en un pizarrón. Las mismas son almacenadas en tubos de metal especiales como parte de la campaña Mars Sample Return, un esfuerzo conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Europea.

El objetivo de ambas agencias es, en algún momento, traer esos tubos a la Tierra para que los científicos estudien las muestras con más herramientas y así poder continuar con la búsqueda de signos de vida microbiana antigua.

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