La primera misión de la NASA que traerá muestras de asteroides a la Tierra se encuentra en la etapa final de su viaje: la nave espacial OSIRIS-REx ya encendió sus propulsores de control de altitud, lo que la puso rumbo hacia nuestro planeta.

“La maniobra de corrección de trayectoria cambió la velocidad de la nave espacial aproximadamente a 0,5 mph (menos de 1 kph) en relación con la Tierra. Sin este pequeño pero crítico cambio, la nave espacial y su carga de asteroides habrían pasado volando más allá de la Tierra”, explicaron funcionarios de la NASA.

OSIRIS-REx transporta una carga de unos 250 gramos de tierra y grava recolectadas en octubre de 2020 de Bennu, un asteroide potencialmente peligroso de aproximadamente 500 metros de ancho.

Así, gracias a esta maniobra, todo hace indicar que OSIRIS-REx entregará ese material a la NASA en la mañana del 24 de septiembre.

Prueba de cómo será el aterrizaje de OSIRIS. Créditos: NASA

“La cápsula de retorno, que viaja a una velocidad y un ángulo precisos, aterrizará aproximadamente 13 minutos después de su lanzamiento en un área predeterminada de 36 millas por 8,5 millas (58 kilómetros por 14 kilómetros) en la sede de Utah del Departamento de Defensa, al suroeste de Salt Lake City”, dijeron desde la NASA.

Las muestras de OSIRIS-REx eventualmente serán estudiadas por científicos de todo el mundo, arrojando luz sobre la formación y evolución de nuestro sistema solar. El material también podría revelar el papel que desempeñaron los asteroides, ricos en carbono como Bennu, en el transporte de los componentes básicos de la vida a la Tierra.

El lunes, OSIRIS-REx estaba a unos 7 millones de kilómetros de la Tierra, viajando hacia nosotros a 14.000 mph (unos 23.000 kph). Debe tenerse en cuenta que sólo la cápsula de muestra descenderá a nuestro planeta, mientras que OSIRIS-REx seguirá volando hacia el asteroide Apophis, al que llegará en 2029.

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