El ritmo se está acelerando para utilizar la Luna de la Tierra como una ubicación cercana y de fácil acceso para aterrizar, vivir y explorar. A medida que avanza el Programa Artemis de la NASA, también lo hacen los planes a largo plazo de pequeñas y grandes empresas, instituciones académicas y agencias espaciales internacionales.

Esto quedó demostrado en la vigésimo tercera reunión de la Space Resources Roundtable, celebrada el mes pasado en la Colorado School of Mines. Con una asistencia récord de unos 250 participantes, se discutieron modelos económicos lunares, resultados de pruebas en laboratorio y problemas legales y políticos. Varios grupos empresariales compartieron sus estrategias para convertir la Luna en un mundo bullicioso de servicios comercializables.

La clave que ancla el futuro uso lunar es la utilización de recursos in situ, o ISRU por sus siglas en inglés. Esto implica la extracción de oxígeno, agua y otros materiales disponibles para producir combustible de cohete y mantener sistemas de soporte vital. También implica extraer metales para fabricar viviendas lunares, plataformas de aterrizaje y otras estructuras y productos.

Hasta hace poco, todo parecía ser solo una fantasía, pero ahora la perspectiva se ha vuelto muy real. Según Angel Abbud-Madrid, director del Center for Space Resources en la Colorado School of Mines, existe una creciente presión internacional para avanzar en esta dirección. La competencia entre diferentes actores también juega un papel crucial en el impulso del programa.

La agencia espacial estadounidense, NASA, ha estado trabajando en una visión a largo plazo para la ISRU, definiendo objetivos, identificando las lagunas de conocimiento en la ciencia lunar y en las tecnologías necesarias para hacer realidad la utilización de recursos in situ.

Empresas como Intuitive Machines (IM) también están jugando un papel importante en la iniciativa. IM se ha asociado con la NASA para proporcionar acceso a la luna y su órbita para fines científicos y de exploración. Han desarrollado una plataforma de movilidad llamada Micro Nova, que es una especie de dron propulsado capaz de realizar exploraciones regionales en la superficie lunar.

Uno de los recursos más interesantes y buscados en la Luna es el hielo de agua, especialmente en cráteres permanentemente sombreados, como los del polo sur lunar. Sin embargo, antes de considerar la extracción de hielo, muchos expertos, incluido Ben Bussey de Intuitive Machines, abogan por realizar experimentos demostrativos, como el MOXIE en Marte, para verificar la viabilidad y factibilidad de dichas actividades.

El desarrollo de infraestructura en la Luna es esencial para establecer una presencia sostenible. Se espera que las regiones polares de la Luna sean de gran utilidad debido a la disponibilidad de luz solar durante gran parte del día lunar, lo que las hace más amigables para las operaciones y construcciones a largo plazo.

El futuro de la minería lunar y la economía lunar en general está ganando impulso con la participación de diversas entidades públicas y privadas. La Luna se está convirtiendo cada vez más en un objetivo realista para el desarrollo de actividades espaciales sostenibles y una base para la exploración y colonización futuras.

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