Expertos chinos en vehículos aéreos no tripulados (UAV) viajaron a Rusia para colaborar en pruebas y desarrollo técnico con IEMZ Kupol, un fabricante estatal de armas sujeto a sanciones occidentales. Así lo reveló una investigación del medio Reuters basada en documentos y fuentes de seguridad europeas.

La evidencia muestra que técnicos chinos visitaron las instalaciones de Kupol por lo menos unas 6 veces desde el segundo trimestre de 2024. En ese mismo período, Kupol también recibió envíos de drones de ataque y de vigilancia de origen chino, canalizados a través del intermediario ruso TSK Vektor, empresa que figura bajo sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, según las mismas pruebas.

¿Qué se encontró en los documentos?

Facturas y extractos bancarios muestran que Kupol recibió más de 12 drones de ataque unidireccionales fabricados por la empresa china Sichuan AEE. Un documento interno de AEE confirma la entrega de los modelos A140 y A900. También señala que estaban previstas futuras entregas de los modelos A60, A100 y A200.

Informes de Kupol detallan que estos últimos modelos se probaron en vuelo en el polígono militar de Chebarkul, en la región rusa de Chelyabinsk, a fines de 2024. Registros de viaje asociados a esas pruebas indican que algunos especialistas chinos partieron de Cheliábinsk al día siguiente.

Finalmente, una factura y un extracto bancario de 2025 prueban que AEE cobró US$ 700.000 a TSK Vektor por la venta de varios drones A200, equipados con sistemas anti-interferencia, además de otros suministros, en el segundo trimestre de ese año.

Los informes de Kupol y las cartas intercambiadas entre las empresas detallan visitas de especialistas chinos para capacitar al personal en montaje, operación y uso de los drones. En al menos una de esas visitas, los expertos chinos fueron descritos formalmente como empleados de TSK Vektor. Sin embargo, las autoridades europeas que revisaron los documentos evaluaron que en realidad pertenecían a AEE.

Otros proveedores chinos y modelos involucrados

No todo provino de AEE. Un informe de vuelo aprobado por Kupol y TSK Vektor evaluó el desempeño del HW52V, un VTOL fabricado por Hunan Haotianyi, a fines de 2024. El HW52V puede emplearse tanto para vigilancia ISR –inteligencia, vigilancia y reconocimiento– como en modo ataque, según funcionarios de seguridad europeos.

Billetes de avión muestran que Liu Mingxing, CEO de Hunan Haotianyi, y Artem Vysotsky, jefe del departamento de drones de TSK Vektor, volaron juntos en junio tras participar en un evento donde se exhibieron drones de la compañía china.

Las cartas internas de Kupol también aluden a que en 2024 y 2025 se realizaron varias estancias de expertos para trabajar en computadoras de control de vuelo y adaptación de motores. Una comunicación final describe una visita de 2025 para colaborar en un nuevo modelo denominado GA-21. Los funcionaros europeos estiman que sería una variante del Shahed-107 iraní, utilizable para vigilancia o como munición dirigida.

En julio, Kupol estaba fabricando miles de drones unidireccionales Garpiya con componentes chinos. Los Garpiyas, basados en el diseño iraní Shahed, pueden recorrer cientos de km hacia objetivos preprogramados y detonar al impactar. Ucrania ya denunció un uso sostenido de estos sistemas, estimando alrededor de 500 empleos por mes en el frente.

Putin Rusia Drones
Vladimir Putin visita una planta de producción de drones en San Petersburgo, el 19 de septiembre de 2024. Fuente: Grigory Sysoyev.

La palabra de China y las implicancias de esta supuesta colaboración

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo no tener conocimiento de esa colaboración. Además, reiteró en un comunicado su postura de no suministrar armas letales a las partes del conflicto y de controlar las exportaciones de productos de doble uso, incluidos los drones.

Samuel Bendett, investigador norteamericano del Center for a New American Security, afirmó que China constituye “una pieza clave” en la cadena de suministro militar rusa. “Los componentes chinos tienen un papel, una influencia y un impacto enormes en los sistemas militares rusos… especialmente en los drones aéreos”, afirmó.

Para gobiernos occidentales, la relación comercial y técnica entre empresas chinas y fabricantes rusos sancionados plantea preguntas sobre la efectividad de los controles de exportación y el flujo de tecnología sensible hacia redes militares en conflicto. Estados Unidos y la Unión Europea ya han expresado preocupación y sancionado a algunas empresas chinas por suministros que terminan en industria armamentista rusa.

De cualquier modo, aunque la evidencia citada traza entregas y visitas técnicas concretas, existen límites en la verificación pública de las tareas exactas realizadas y de la atribución laboral de cada experto identificado en los papeles.

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