La ministra de Investigación y Tecnología de Alemania, Dorothee Baer, pidió revisar las cláusulas que imponen restricciones a las universidades del país para realizar proyectos civiles que puedan derivar en aplicaciones militares. Según la funcionaria, estas limitaciones no solo quedaron desactualizadas frente al nuevo escenario geopolítico, sino que también colocan a Alemania en desventaja en un momento en que Europa busca reforzar su autonomía en materia de seguridad y defensa, especialmente desde la invasión rusa a Ucrania.
“Para mantener la paz hoy no podemos permitirnos restricciones al pensamiento y a la investigación”, afirmó Baer. La ministra insistió en que modernizar estos lineamientos no implicaría militarizar la ciencia, sino permitir que investigadores y centros académicos tengan libertad para explorar desarrollos de doble uso sin temor a incumplir normas internas. En última instancia, aclaró, la decisión dependerá de cada institución y de sus propios investigadores. Sin embargo, reconoció que la discusión ya atraviesa a todo el sistema científico alemán.
Baer también advirtió que la separación absoluta entre investigación civil y militar está frenando la creación de start-ups tecnológicas que buscan crecer a partir de proyectos universitarios. Según explicó, varios emprendimientos emergentes encuentran obstáculos administrativos que dificultan su tránsito desde la etapa académica hacia aplicaciones prácticas vinculadas a defensa.
El debate se reactivó esta semana luego de que el Ministerio de Defensa alemán anunciara un plan para invertir US$ 40 mil millones en el sector espacial, con el objetivo de convertir las capacidades militares en el eje de la nueva estrategia espacial nacional. Para Baer, ese giro estratégico obliga a repensar qué papel ocupará la ciencia civil en la construcción de una mayor autonomía europea.
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