Un equipo de astrónomos del NOIRLab (National Optical-Infrared Astronomy Research Laboratory) captó una imagen histórica: el cometa 3I/ATLAS, un visitante proveniente de otro sistema estelar, comenzó a desplegar una cola visible. La observación, publicada por la organización U.S. National Science Foundation, se realizó a fines de agosto desde el telescopio Gemini Sur, en el Cerro Pachón, en Chile, con la ayuda del instrumento Gemini Multi-Object Spectrograph (GMOS).
3I/ATLAS fue descubierto el 1 de julio por el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) y es apenas del tercer objeto interestelar identificado en nuestro vecindario cósmico. Al igual que sus predecesores, este cometa ofrece a la ciencia una ventana única para estudiar material forjado alrededor de otra estrella.
¿Cómo se forma la cola?
Cuando un cometa se aproxima al Sol, el calor solar provoca que el hielo de su núcleo pase directamente de estado sólido a estado gaseoso. Ese gas arrastra partículas de polvo, creando la brillante coma —el halo que rodea al núcleo— y la cola, que siempre se orienta en dirección opuesta al Sol.
En el caso de 3I/ATLAS, las imágenes muestran una coma muy desarrollada y una cola que se extiende en el cielo unos 1/120 de grado. Para dimensionarlo, visto desde la Tierra, equivale aproximadamente al ancho de un dedo meñique viéndolo con el brazo estirado. Lo notable es que, respecto a las primeras imágenes captadas por Gemini, la actividad del cometa se intensificó y su cola creció notablemente.
“El crecimiento de la cola es fundamental para comprender la composición del cometa”, explicó Karen Meech, astrónoma de la Universidad de Hawái y líder del equipo. Según detalló, las observaciones buscan analizar los colores y el espectro de la luz emitida, lo que permite deducir la composición química y el tamaño de las partículas de polvo.
Los resultados preliminares indican que la química de 3I/ATLAS es similar a la de los cometas nacidos en nuestro propio sistema solar. Esa coincidencia refuerza la idea de que los procesos de formación planetaria que dieron origen a la Tierra también ocurren alrededor de otras estrellas.
Una segunda oportunidad para observar al cometa
El seguimiento de 3I/ATLAS se realizó en el marco de la iniciativa Shadow the Scientists, que conecta al público con investigaciones reales. Para noviembre de 2025, cuando el cometa emerja del otro lado del Sol, Gemini Sur tendrá una nueva chance de observarlo.
“Cada cometa interestelar es un mensajero de otro sistema planetario”, destacó Bryce Bolin, investigador de Eureka Scientific. “Analizar su luz y color nos ayuda a dimensionar la diversidad de mundos que existen más allá del nuestro”.
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