Como sucedía durante el siglo XX, Rusia acaba de enviar nuevamente un grupo de animales al espacio. Específicamente, el biosatélite Bion-M No. 2 despegó sobre un cohete Soyuz desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán. A bordo hay 75 ratones y 1.000 moscas de la fruta, junto con una variedad de microbios, cultivos celulares y semillas de plantas.

Estas cargas útiles vivientes pasarán un mes dando vueltas alrededor de la Tierra. Así, los científicos podrán medir los efectos de los vuelos espaciales en los organismos y sus diversos sistemas.

Como su nombre indica, la misión recién lanzada es la segunda en la línea de investigaciones de medicina espacial Bion-M de Rusia. Es la sucesora del programa Bion. (La última de las misiones originales de Bion, la 11, voló en 1996).

Bion-M No. 1 se lanzó en abril de 2013, enviando un conjunto diverso de criaturas a la órbita terrestre baja durante 30 días. Estas cargas útiles incluían roedores, anfibios, reptiles, crustáceos, moluscos, peces, insectos, bacterias, cultivos de células vegetales y animales.

La cápsula Bion-M No. 1

Los objetivos de Rusia con Bion-M No. 2

Se espera que Bion-M No. 2 dé la vuelta a la Tierra durante un mes. Sin embargo, lo hará en una órbita diferente a su antecesora, una que lo llevará sobre los polos, aumentando sustancialmente la exposición a la radiación cósmica en comparación con Bion-M No. 1.

La cápsula de la misión luego se lanzará en paracaídas de regreso a la Tierra, donde será recuperada y llevada de regreso al laboratorio. Los investigadores estudiarán detenidamente las cargas útiles, estudiando cómo los diversos organismos se vieron afectados por la microgravedad y la radiación.

El trabajo está diseñado para ayudar a Rusia a prepararse para la exploración humana de lugares del espacio profundo, particularmente la Luna.

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