Argentina puso en marcha una desregulación inédita para el uso de drones. Con la Resolución 550/2025 de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), publicada en el Boletín Oficial, desaparecen licencias, autorizaciones y requisitos previos en gran parte de las operaciones con drones.

La medida afecta, por un lado, a los drones de menos de 250 gramos, que ahora pueden volar libremente en cualquier lugar del país. Por otro, a los drones de hasta 25 kg, que podrán operar sin licencias siempre que se utilicen en zonas rurales.

“Para que quede claro: si querés volar un drone de menos de 250 gramos, podés hacerlo libremente, donde y como quieras. Y si pensás invertir en drones para uso rural, vas a poder operarlos bajo tu propia responsabilidad, sin que el Estado te exija licencias, cursos ni autorizaciones”, afirmó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.

Qué implica la desregulación

Hasta ahora, la normativa exigía licencias, capacitación y permisos con el objetivo de prevenir accidentes y asegurar un uso seguro del espacio aéreo. Estos requisitos estaban pensadas para evitar interferencias con aeronaves tripuladas, proteger a las personas y bienes en tierra y regular las operaciones en áreas urbanas.

Con la desregulación, buena parte de esos filtros desaparece. El Estado deja de exigir que el operador cuente con conocimientos básicos de seguridad y ya no habrá un registro obligatorio para drones livianos o medianos que se utilicen en zonas rurales. Esto abre la puerta a un uso mucho más libre, aunque también más complejo de fiscalizar.

Aun así, el Gobierno apuesta a que esta apertura impulse aplicaciones como el monitoreo de ganado, la fumigación y siembra de cultivos, la distribución de medicamentos o alimentos y la vigilancia de zona fronteriza.

Argentina redefine las reglas para el uso de drones

La resolución también modifica las Regulaciones Argentinas de Aviación Civil (RAAC) al incorporar tres apartados que reestructuran el marco legal de las aeronaves no tripuladas. La Parte 100 establece las exigencias generales que regirán para cualquier operación, sin importar el peso o el uso del drone. La Parte 101 introduce la “categoría abierta”, que habilita a volar sin autorización previa en los casos de menor riesgo. Finalmente, la Parte 102 define la “categoría específica”, que mantiene un nivel de control más estricto y exige un análisis de riesgos junto con condiciones adicionales antes de operar.

Con la Resolución 550/2025, firmada por el titular de la ANAC, Oscar Villabona, y elaborada junto a la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía, la Argentina se alinea con países que han optado por flexibilizar sus normas bajo el pretexto de impulsar la innovación tecnológica. Para el ministro Federico Sturzenegger, representa “un nuevo vehículo para los argentinos” y una herramienta para dinamizar la economía. Sin embargo, el cambio será una prueba decisiva sobre la capacidad del país para mantener la seguridad en un espacio aéreo cada vez más concurrido.

Tal vez te interese: El ingreso de Argentina en los Acuerdos Artemisa y la reformulación de la política espacial

Deja un comentario