A menos de un año del esperado lanzamiento, los astronautas de la misión Artemisa 2 participaron por primera vez de una prueba integrada en la cápsula Orión. Equipados con sus trajes espaciales, ingresaron al vehículo que los llevará a orbitar la Luna, como parte del entrenamiento operativo realizado en el Centro Espacial Kennedy, en Florida.
Artemisa 2 será la primera misión tripulada hacia la Luna desde Apolo 17, y marcará el regreso humano al espacio profundo por primera vez desde Apolo 13. El objetivo es realizar una travesía de 10 días alrededor de la Luna, sin alunizaje, como paso previo a futuras misiones de superficie. El lanzamiento está previsto para no antes de abril de 2026.
La tripulación está integrada por el comandante Reid Wiseman, el piloto Victor Glover, la especialista de misión Christina Koch y el astronauta canadiense Jeremy Hansen. Será la primera vez que una mujer y un afrodescendiente formen parte de una misión lunar, y también el primer vuelo lunar con participación internacional.

El ensayo con trajes espaciales a bordo de Orión
El entrenamiento, realizado la última semana de julio, se conoce como Crew Suit Up Test o prueba de tripulación con traje. En él, los astronautas vistieron los trajes espaciales presurizados del sistema de supervivencia de Orión, y recorrieron los mismos pasos que seguirán el día del despegue, desde equiparse en el edificio de soporte multioperativo, hasta ingresar a la cápsula en la Instalación de Procesamiento de Carga Útil Múltiple.
Con la nave encendida, se conectaron a los sistemas de soporte vital y comunicaciones, y atravesaron simulaciones de posibles incidentes. El objetivo es prepararlos para cualquier escenario: fallos técnicos, fugas, problemas de presión.
“Es la primera vez que los cuatro estamos juntos dentro del vehículo. Ponerte el traje, estar con tu tripulación, subir a la cápsula como lo harás el día del lanzamiento… es absolutamente fenomenal”, expresó Christina Koch.
Luego de completar las simulaciones, los astronautas también practicaron tareas que realizarán durante el vuelo real, como la organización del equipamiento, la adaptación a los espacios de descanso y el uso de la “bahía de higiene” dentro de Orión.
Estos entrenamientos no son simbólicos, sino que forman parte del riguroso proceso para certificar que la nave, sus sistemas y la tripulación están listos. La experiencia vivida dentro de Orión permite validar no solo el hardware, sino también la operatividad y coordinación del equipo humano.
Con este ensayo superado, el regreso humano a la Luna está cada vez más cerca. Artemisa 2 no solo pondrá a prueba la tecnología desarrollada durante años, sino que abrirá el camino para las futuras misiones que buscarán establecer una presencia sostenida en la superficie lunar.
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