Lo que parecía un paso estratégico hacia el futuro espacial terminó en tensión diplomática. SpaceX negoció en 2023 un acuerdo con el gobierno de Bahamas para autorizar el aterrizaje de sus cohetes Falcon 9 frente a las costas del archipiélago. A cambio, ofreció como incentivo terminales de internet satelital Starlink para los buques de defensa del país. Ahora, la jugada de Elon Musk terminó en conflicto .
Una negociación… polémica
El acuerdo fue firmado en febrero de 2023 por el viceprimer ministro de Bahamas, Chester Cooper, sin consultar a varios ministros clave. Aunque no se violaron leyes, la decisión generó fricciones dentro del gabinete.
Según los cálculos orbitales de la empresa, permitir que los Falcon 9 aterricen en aguas bahamenses mejora significativamente la eficiencia de sus lanzamientos reutilizables. A cambio, SpaceX se comprometió a pagar US$ 100.000 por cada aterrizaje y donó US$ 1 millón a la Universidad de Bahamas, donde también prometió realizar seminarios trimestrales sobre espacio e ingeniería.
Sin embargo, en marzo de este año, un cohete Starship explotó en pleno vuelo y esparció restos en varias islas bahamenses. Si bien el incidente no causó daños tóxicos ni impacto ambiental significativo, fue suficiente para detonar tensiones internas. Finalmente, en abril, el gobierno anunció la suspensión del acuerdo de aterrizaje de Falcon 9 para investigar el hecho. “La explosión nos llevó a replantear nuestra relación con SpaceX”, declaró Cooper.

¿Volverá a volar desde Bahamas el Falcon 9?
La polémica no es solo tecnológica. Para muchos bahamenses, el acuerdo con SpaceX fue opaco. Joe Darville, de la ONG Save The Bays, denunció que “se hizo totalmente en secreto” y lamentó la contaminación de las aguas y la falta de transparencia.
Arana Pyfrom, del Departamento de Planificación Ambiental, coincidió. “No estoy en contra de la exploración espacial, pero me preocupa la soberanía del espacio aéreo y la seguridad ambiental”.
Mientras tanto, el gobierno evalúa modificar su regulación de reentradas espaciales para exigir mayores controles ambientales y una aprobación más robusta.
Pese a todo, las autoridades no descartan retomar los aterrizajes de cohetes este mismo verano. Dependerá del informe ambiental y de las reformas legales en curso.
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