Mientras la competencia por el dominio orbital se intensifica, la Fuerza Espacial de Estados Unidos está llevando adelante en Pearl Harbor-Hickam, Hawái, el ejercicio militar más ambicioso de su historia. Más de 700 Guardianes participan del Resolute Space 2025, una simulación que prepara al país para un eventual conflicto armado más allá de la atmósfera.
El despliegue incluye también fuerzas de otros cuerpos militares estadounidenses y aliados internacionales. En total, 12.000 efectivos se entrenan en tácticas avanzadas para operar en un entorno altamente disputado, bajo amenazas críticas y con tiempos de reacción mínimos.
Entrenamiento en Pearl Harbor para la guerra orbital
Aunque el operativo se mantiene en secreto, el propósito es reforzar la capacidad de disuasión y defensa frente a posibles agresiones espaciales que pongan en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos y la de sus aliados.
En ese marco, los Guardianes se entrenan en el uso de tecnologías espaciales avanzadas, tanto ofensivas como defensivas. Se abarca desde la guerra electromagnética —centrada en la interferencia y protección de señales—, hasta el conocimiento del dominio espacial, que implica monitorear y analizar objetos y amenazas en órbita. También se practican maniobras de guerra orbital, con enfrentamientos entre satélites y vehículos espaciales, y técnicas de guerra de navegación, orientadas a proteger o interrumpir sistemas como el GPS.
“Nuestros Guardianes están listos para pelear y ganar en el espacio, junto a nuestros aliados”, aseguró el general Chance Saltzman, jefe de operaciones espaciales. “Este entrenamiento afila los reflejos de combate y refuerza la credibilidad operativa. Es una forma de demostrar que nuestro compromiso con la paz pasa por la preparación ante cualquier amenaza”.
El coronel Jay Steingold, director del simulacro, señaló que el foco está puesto en el entrenamiento táctico, combinando escenarios en vivo, entornos sintéticos y simulaciones virtuales.

Un mensaje para China
La base central del ejercicio es Pearl Harbor-Hickam, en Hawái. La elección de la región del Pacífico no es casual: el entrenamiento está orientado a un eventual enfrentamiento con las fuerzas espaciales de China.
Además, el general Saltzman y otros altos mandos expresaron la intención de desarrollar armas espaciales ofensivas, tanto cinéticas como no cinéticas. El objetivo es mantener una postura de fuerza creíble para disuadir cualquier intento de agresión en el entorno orbital.
Tal vez te interese: Las superpotencias y la guerra invisible en el ciberespacio