A más de 35.000 kilómetros de la superficie terrestre, en una zona vital para las telecomunicaciones globales, dos satélites chinos ejecutaron una maniobra que podría representar un avance decisivo en la sustentabilidad de las operaciones espaciales. Se trata de los vehículos Shijian-21 y Shijian-25, desarrollados por la agencia estatal Shanghai Academy of Spaceflight Technology (SAST), que habrían llevado a cabo un ensayo de acoplamiento y desacoplamiento en órbita geoestacionaria, una tecnología estratégica para futuras misiones de reabastecimiento y mantenimiento de satélites en pleno espacio.

Una demostración de acoplamiento con objetivos estratégicos

La maniobra fue detectada por s2a Systems, compañía especializada en vigilancia espacial, que registró a mediados de junio un acercamiento inusual entre los satélites chinos. Durante esos encuentros, realizados a 35.786 km de altitud en órbita geoestacionaria, ambos vehículos quedaron tan próximos que desde tierra eran ópticamente indistinguibles.

Todo indica que se trató de una prueba controlada de acoplamiento y desacoplamiento, orientada a validar tecnologías de reabastecimiento en órbita y extensión de vida útil de satélites. Estas capacidades cobran relevancia ante la saturación progresiva del entorno orbital, donde la sostenibilidad operativa y la gestión de residuos espaciales se han vuelto prioridades urgentes para las principales agencias espaciales del mundo.

En ese contexto, el Shijian-25, lanzado en enero de 2024, está diseñado específicamente para demostrar servicios de mantenimiento y abastecimiento orbital. Su par, el Shijian-21, ya había generado interés internacional en 2021 cuando remolcó un satélite inactivo fuera de la órbita geoestacionaria, depositándolo en una llamada órbita cementerio, utilizada para retirar de servicio a vehículos espaciales al final de su vida útil.

Apolo Soyuz acoplamiento
Réplica del histórico acoplamiento entre las cápsulas Apolo y Soyuz. Este evento marcó la primera misión conjunta entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría, en julio de 1975.

Competencia orbital: China no es la única

El desarrollo de capacidades para el mantenimiento orbital no es exclusivo de China. La empresa estadounidense Northrop Grumman, por ejemplo, ya demostró servicios similares. Sus vehículos Mission Extension Vehicle-1 y 2 son capaces de acoplarse a satélites existentes y extender su vida útil sin necesidad de reemplazarlos.

A su vez, la japonesa Astroscale, con sede en Tokio, planea ejecutar su propia misión de reabastecimiento en el espacio en 2025, sumándose a una carrera tecnológica que cada vez despierta mayor interés estratégico.

Northrop Grumman MEV HERO 001
Representación gráfica del MEV-1 de Northrop Grumman.

Durante las maniobras de Shijian-21 y 25, se encontraban en las inmediaciones dos satélites de vigilancia estadounidenses: USA 270 y USA 271. Su proximidad sugiere que habrían estado observando los movimientos, una práctica habitual en el seguimiento de actividades espaciales con potencial dual: civil y militar.

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