Athena, el segundo módulo de aterrizaje lunar construido por Intuitive Machines, volcó en la Luna poco después de aterrizar allí el 6 de marzo.
Como consecuencia de esta situación, los paneles solares de Athena no pudieron recolectar suficiente luz solar y la sonda fue declarada muerta al día siguiente.
Pero, aunque ya ha pasado bastante tiempo de ese suceso, ahora sabemos por qué ocurrió esto. En primer lugar, hubo una interferencia con las lecturas del altímetro láser de Athena, el instrumento que ayudó al módulo de aterrizaje a medir su distancia de la superficie lunar.
“En la fase final del descenso, vimos ruido de señal y distorsión que no permitieron lecturas precisas de la altitud”, dijo el CEO de Intuitive Machines, Steve Altemus.
El segundo problema fueron las difíciles condiciones de iluminación en la zona de aterrizaje de Atenea. Dicha región estaba a solo 160 kilómetros del polo sur de la Luna.
“La topografía del Polo Sur y la luz solar de ángulo bajo crearon sombras largas y condiciones de iluminación tenues que desafiaron la capacidad de precisión de nuestro sistema de aterrizaje”, dijo Altemus. Por último, la capacidad del módulo para reconocer cráteres en el área de aterrizaje estuvo comprometida.
El sistema de navegación óptica del módulo de aterrizaje utilizó fotos recopiladas por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA a una altitud de 100 km.
Pero estas imágenes de LRO “no pudieron explicar con precisión cómo aparecen los cráteres a altitudes más bajas con las condiciones de iluminación del polo sur a medida que se acerca al lugar de aterrizaje”, explicó Altemus.

Una misión que quedó en deuda
IM-2, nombre oficial de la misión, contó con el apoyo del programa de Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS) de la NASA. Este coloca equipos científicos de la agencia en módulos de aterrizaje lunares robóticos privados. El objetivo es recopilar datos rentables que ayuden al programa Artemisa de la NASA.
En este sentido, Athena llevaba un conjunto de instrumentos científicos de la agencia y varias otras cargas útiles. Entre ellas se destacaban la nave espacial “Grace” de Intuitive Machines y el rover MAPP, de la compañía Lunar Outpost de Colorado.
Sin embargo, la caída de Athena impidió que esas otras dos naves espaciales se desplegaran en la superficie lunar.
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