Estados Unidos transfirió a una entidad privada el control de su programa de IA destinado a estimar precios y disponibilidades de minerales críticos.
El sistema, desarrollado en 2023 bajo el nombre Open Price Exploration for National Security, pasa ahora a manos del Critical Minerals Forum (CMF). Se trata de una organización sin fines de lucro busca facilitar acuerdos de abastecimiento entre productores occidentales y grandes industrias manufactureras.
Con esta movida, Washington busca frenar la creciente influencia china en el mercado global de metales estratégicos. Más de 30 actores del sector ya se sumaron al CMF, entre ellos Volkswagen, el contratista de defensa RTX, el productor de tierras raras MP Materials y la minera de cobre South32.
“Todo el sector está reclamando mayor transparencia en los precios. Herramientas como el CMF pueden marcar una diferencia”, afirmó Seth Goldstein, analista de litio de Morningstar.

Minerales clave para la transición energética bajo análisis algorítmico
El núcleo del programa es un modelo de inteligencia artificial capaz de calcular el precio teórico de un metal, considerando variables como costos laborales, procesamiento, transporte y factores de mercado.
Su diferencial: excluye distorsiones generadas por políticas de sobreproducción o dumping, como las aplicadas por empresas chinas que operan a pérdida en países como Indonesia o el Congo.
A diferencia de los metales altamente comercializados, esta IA apunta a mercados con menor volumen de transacciones, donde las señales de precios son débiles o manipuladas.
Por ejemplo, puede proyectar la disponibilidad futura de níquel si EE.UU. impusiera un arancel del 100% a las importaciones desde Indonesia. Esto permite a los fabricantes evaluar si conviene invertir en minas locales o firmar contratos a largo plazo.
Del laboratorio al mercado
El modelo ya comienza a generar sus primeros frutos. Autoridades de Nevada anunciaron que trabajarán con el CMF para atraer instalaciones de fundición de cobre al estado, en un contexto donde EE.UU. apenas cuenta con dos fundiciones y depende de importaciones para cubrir cerca del 50% de su demanda interna de cobre.
El objetivo es ofrecer a compradores y vendedores una base común que justifique acuerdos estables, incluso si eso implica pagar precios superiores al valor de mercado, a cambio de garantizar suministro sin interferencias.

Un modelo con apoyo estatal y mirada internacional
La iniciativa sigue financiada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), que cubrirá los costos del proyecto hasta 2029. El traspaso completo de la propiedad intelectual al CMF está previsto para 2027. Mientras tanto, el foro ofrece membresía gratuita por 14 meses a nuevos participantes de sectores como la defensa, la aviación o los semiconductores.
El modelo de IA se nutre de más de 70 bases de datos vinculadas a la minería, suministradas por entidades como FactSet, Benchmark Mineral Intelligence, el Departamento de Comercio de EE.UU. y consultoras privadas.
A diferencia de otras plataformas, el acceso a datos no públicos representa el principal valor agregado del CMF.
El software fue desarrollado por S&P Global, Charles River Analytics, la tecnológica Exiger y la consultora de precios Metal Miner. Mientras que Exiger destacó que su aporte permite prever costos y disponibilidad con mayor precisión, otros fueron más escépticos.
“He tratado de decirlo con respeto: me parece inútil. Ni siquiera podemos predecir el precio del petróleo con precisión. El aprendizaje automático no cambia eso”, opinó el economista Ian Lange de la Colorado School of Mines.
El telón de fondo: la presión de China
El relanzamiento del programa se da en medio de crecientes restricciones impuestas por China a la exportación de minerales estratégicos. Entre ellos, se incluyen elementos como galio, germanio y las tierras raras, esenciales para la fabricación de imanes, motores eléctricos y componentes de defensa.
Desde la embajada china en Washington respondieron que el país gestiona sus exportaciones de acuerdo con las reglas de la Organización Mundial del Comercio, y que buscan “cooperar con otros países para garantizar el suministro global”.
En paralelo, la Casa Blanca ya instruyó a las agencias federales a colaborar con el sector privado para incrementar la producción doméstica de minerales clave, e incluso considera aplicar aranceles a todas las importaciones mineras.
“Es una herramienta que ofrece más información en un sector opaco”, aseguró Nick Myers. El CEO de la startup Phoenix Tailings busca utilizar los datos del CMF para negociar contratos con fabricantes que también integran el foro.
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