La NASA confirmó que su escudo electromagnético para repeler el polvo lunar funcionó con éxito en la superficie de la Luna. Se trata del Electrodynamic Dust Shield (EDS), un sistema diseñado para proteger equipos, trajes espaciales y componentes sensibles del abrasivo regolito lunar, crucial para la exploración espacial sostenida.
El escudo se probó a bordo de Blue Ghost, el módulo de alunizaje desarrollado por la empresa privada Firefly Aerospace, que hizo historia el pasado 2 de marzo al completar su primer aterrizaje exitoso en la Luna. Durante los días posteriores, hasta el 16 de marzo, el EDS demostró su capacidad para limpiar superficies expuestas al regolito mediante fuerzas electrodinámicas.

El desafío del polvo lunar
El regolito es el polvo de la superficie lunar que representa una amenaza seria para cualquier misión. Daña materiales, interfiere con instrumentos, se adhiere a todo y puede incluso afectar la salud de los astronautas si es inhalado.
“Este hito marca un avance clave para sostener operaciones espaciales a largo plazo, tanto en la Luna como en otros planetas”, explicó la NASA. El objetivo es reducir los riesgos que el polvo representa para una amplia gama de superficies: desde radiadores térmicos y paneles solares, hasta visores de cascos y cámaras.

Cómo funciona el escudo
El EDS utiliza una red de electrodos que genera campos eléctricos capaces de expulsar partículas de polvo de cualquier superficie. Su diseño se basa en el concepto de Cortina Electroestática, ideado en 1967 por el investigador F. B. Tatum en colaboración con la NASA.
El Centro Espacial Kennedy desarrolló esta tecnología con financiamiento del programa Game Changing Development, una iniciativa que impulsa tecnologías disruptivas. Antes de llegar a la Luna, el EDS ya había pasado pruebas exigentes en cámaras de vacío y experimentos en la Estación Espacial Internacional (ISS).
Próxima parada: el futuro
La NASA planea integrar esta tecnología en múltiples aplicaciones de sus futuras misiones lunares y planetarias: desde paneles solares que se limpian solos, hasta trajes espaciales más duraderos.
“El EDS abre el camino a nuevas soluciones para mitigar el polvo lunar, apoyando de manera la campaña Artemisa y las misiones que vendrán después”, concluyeron los responsables del proyecto.
Tal vez te interese: ¿Qué cargas útiles llevan los módulos Blue Ghost y Resilience?