Por Jimena Zahn
No resulta para nadie desconocido el COVID-19 y la pandemia mundial que dejó a su paso, declarada el 11 de febrero de 2020. El SARS-CoV-2 es un coronavirus de tipo 2 causante del síndrome respiratorio agudo severo. Aunque todos estamos familiarizados e informados sobre él, son muchas aún las incógnitas acerca de sus efectos. La comunidad científica sigue a día de hoy investigando sobre las consecuencias a largo plazo que este virus tiene en humanos.
Recientes estudios, publicados a comienzos de este año 2024, han encontrado hallazgos de cómo el virus SARS-CoV-2 está estrechamente vinculado a enfermedades neurodegenerativas del sistema nervioso, en especial al Alzheimer.
Un estudio realizado por el College of Medicine QU Health de Qatar analizó por un lado las vinculaciones moleculares y patológicas del virus con el Alzheimer, y, por otro lado, el impacto comportamental de la cuarentena y otras medidas sociales restrictivas que se llevaron a cabo durante la pandemia mundial del 2020.
Mecanismo molecular de la enfermedad
Dentro de la correlación molecular de este virus con el Alzheimer, se ha observado que el mecanismo de entrada del SARS-CoV-2 en la célula humana se realiza mediante un sistema de llave-cerradura con una proteína llama Spike o proteína S que contiene el virus con un receptor en la célula humana infectada conocido como ACE-2.
Este receptor es predominante en los pulmones y es por ello que la enfermedad causa mayormente una afección respiratoria. A pesar de esto, este receptor también se encuentra en el tejido cerebral, incluyendo las neuronas, lo que permite al virus acceder también al sistema nervioso central, generando una desregulación en este, inflamando el tejido y permitiendo la entrada de neurotoxinas que afectan el cerebro, causando otros síntomas comunes de la enfermedad como la pérdida de olfato, gusto, visión, dolor de cabeza y ataxia.
Covid-19 y Alzheimer: tres causas de la afectación
La novedad del estudio es la demostración de cómo esta desregulación e inflamación del sistema nervioso central está relacionada con la enfermedad del Alzheimer de tres maneras distintas: la primera vinculada a la hipótesis amiloide como causante del Alzheimer, en la que la acumulación en el hipocampo de la proteína beta-amiloide genera neuroinflamación y degeneración, resultante en la característica pérdida de memoria del Alzheimer.
Se ha observado que cuando los anticuerpos, es decir, nuestras células de defensa contra la enfermedad atacan a la proteína Spike del virus para evitar la entrada del SARS en nuestras células. Tras esto, la proteína Spike sufre una degradación generando las mencionadas acumulaciones beta-amiloides en el cerebro favoreciendo la aparición del Alzheimer a largo plazo.
La segunda teoría está relacionada con la hipótesis tau como causa de la demencia. En esta, la proteína tau sufriría una hiperfosforilación, un proceso molecular que genera neurofibrillas que dañan el sistema nervioso y la consecuente patología del Alzheimer. En este caso la inflamación causada por la infección del virus SARS-CoV-2 favorecería la hiperfosforilación de la proteína tau y la consecuente enfermedad.
La última hipótesis sobre la posible causa de aparición del Alzheimer es la desregulación de la microbiota intestinal, es decir, el conjunto de organismos que habitan en nuestro tracto digestivo y ayudan a equilibrar y mantener sano nuestro cuerpo. Además, estos microorganismos y su correcto mantenimiento están estrechamente vinculados a las afectaciones neurológicas.
La presencia del SARS-CoV-2 en el tracto digestivo induce la desregulación de la microbiota y no solo puede producir la aparición del Alzheimer, si no que también favorece el deterioro en la enfermedad.
Impacto psicológico y patológico en pacientes con Alzheimer
A parte de la relación molecular del COVID-19 con la aparición del Alzheimer, hay un fuerte impacto negativo del encierro y otras medidas restrictivas durante la pandemia en pacientes con Alzheimer.
En un 93% de los casos hubo un empeoramiento en el cuadro clínico y psicológico en estos pacientes, incluyendo síntomas como apatía, ansiedad, depresión, un fuerte declive psicomotor y alucinaciones.
Por último, el estudio concluye con algunos datos reveladores acerca de la relación entre la enfermedad COVID-19 y el Alzheimer: las pacientes con este tipo de demencia tenían un 22% y 26% más de probabilidad de mortalidad y cambios neuropsiquiátricos, respectivamente, con respecto a los pacientes sin demencia.
Además, se encontraron graves afectaciones en asistentes sociales y cuidadores de personas con Alzheimer, en los cuales un 63% de los encuestados sufrieron trastornos severos de ansiedad.
Conclusión
El objetivo de este estudio es dar a conocer con más profundidad la enfermedad COVID-19 y su reciente vinculación con otras enfermedades neurodegenerativas, en especial con el Alzheimer.
Aún hay muchas líneas abiertas de investigación, pero estos novedosos resultados ayudan a determinar como el COVID-19 favorece la aparición de esta enfermedad y el deterioro de la misma, ayudando a establecer nuevas áreas de estudio para la mejora, prevención y sanación de los pacientes afectados.
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