La Unidad de Innovación de Defensa del Pentágono anunció que está duplicando el número de empresas tecnológicas que se dedicarán a una iniciativa para utilizar avances en tecnologías de energía geotérmica.

“Con la incorporación de tres empresas de tecnología en esta iniciativa ‘innovadora’, el Departamento de Defensa está duplicando sus esfuerzos para aprovechar los avances en las tecnologías comerciales geotérmicas para la resiliencia energética y apoyar los objetivos de energía libre de carbono del Departamento de Defensa”, dijo Michael Callahan, asesor senior y gerente de programas para la cartera energética de la Unidad de Innovación de Defensa.

Aprovechando el líquido calentado por la Tierra, la energía geotérmica es neutra en carbono y no requiere líneas de suministro largas y vulnerables.

Por ello, a través de nuevas técnicas, llamadas sistemas geotérmicos, existe el potencial de ampliar en gran medida las áreas donde se puede aprovechar el calor de la Tierra para generar energía.

En este sentido, Callahan explicó que “estás creando un depósito caliente subterráneo creado por el hombre. Estás perforando lo suficientemente profundo en la tierra para alcanzar temperaturas suficientes, bombeando fluidos a la tierra y extrayendo los fluidos calentados que puedes usar para generar electricidad. Y luego ‘avanzado’ es donde tienes un sistema de circuito cerrado para que el fluido no entre en contacto directo con la roca”.

En septiembre pasado, la Unidad de Innovación de Defensa anunció acuerdos con tres empresas (Eavor Inc., Teverra y Zanksar) para proyectos en cuatro instalaciones de la Fuerza Aérea y el Ejército en Alaska, California, Idaho y Texas.

Y ahora se les unirán Fervo Energy, GreenFire Energy y Sage Geosystems para nuevos proyectos en la Estación Aérea Naval de Fallon, Nevada; la Instalación Aérea Naval El Centro, California; y el Fort Bliss del ejército en Texas.

Según Fervo, su sistema de Utah había alcanzado los 3,5 megavatios, suficiente para alimentar una pequeña ciudad o un centro de datos de Google y ahora ha iniciado la construcción de un proyecto de planta de energía geotérmica de 400 MW.

Para Callahan, el interés de las grandes empresas tecnológicas en la energía geotérmica está ayudando a darle un nuevo apoyo a la naciente industria.

Sin embargo, remarcó que sigue siendo una industria intensiva en capital, lo que puede limitar su atractivo: “Hay costos de permisos, perforación, infraestructura, interconexiones y construcción de centrales eléctricas”.  

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