Actualmente, los satélites geoestacionarios meteorológicos operativos pertenecen a países del Hemisferio Norte, aunque el problema es que responden principalmente a sus intereses. Por ello, la Argentina, junto a otros países de América Latina, avanza en las tratativas para desarrollar un satélite meteorológico regional.

Josefina Pérès, gerenta de Proyectos satelitales de la CONAE, explicó que “la información meteorológica es de libre acceso y gratuita, pero tiene las prioridades de Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Japón, que desarrollaron sus satélites. América del Sur y África son los únicos continentes que no tienen ese servicio propio”.

En este sentido, Laura Frulla, gerenta de Observación de la Tierra de la CONAE, agregó que “ante ciertos eventos importantes, podemos solicitar información sobre nuestra zona a los satélites de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), que abarcan hasta el sur de la Argentina, pero entramos en una lista de prioridades, porque primero deben atender sus propios intereses”.

Parte del equipo argentino. Créditos: argentina.gov.ar

Por ello, ya se está desarrollando un proyecto que busca solucionar este problema y que está siendo encabezado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), junto a agencias espaciales y otras instituciones de Brasil y Costa Rica, así como por la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés).

Para Celeste Saulo, directora del SMN, “un satélite meteorológico regional viene a cubrir una vacancia que no tiene que ver necesariamente con recibir información, sino que nos limita en cuanto a establecer una agenda propia, en establecer para qué necesitamos un satélite, qué queremos observar”.

Por estas razones que exponen los expertos, es fundamental que los países de América Latina puedan contar con un satélite propio para el monitoreo de sus fenómenos climatológicos para disponer de la información de manera autónoma y tener mayor capacidad de reacción ante eventos extremos.

Por ello, se apunta a desarrollar el satélite en el marco de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE), un organismo internacional conformado en 2021, encargado de coordinar las actividades de cooperación en el ámbito espacial de los países latinoamericanos y caribeños, para el uso y exploración pacífica del espacio ultraterrestre, la Luna y otros cuerpos celestes.

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