En 2025, la tecnología militar avanzó en varios frentes: drones, anti-drones, radares, defensa aérea en red, vigilancia espacial y autonomía marítima y submarina. Hubo pruebas relevantes, compras y programas que entraron en fase industrial.
Este resumen recorre los sistemas de defensa que marcaron el año y el rol que ocupan en el nuevo mapa militar global.
Cazas no tripulados de verdad: el primer vuelo del YFQ-44A de Anduril
Uno de los avances más importantes del año fue que que los wingmen pasaron del concepto al aire. El 31 de octubre de 2025, Anduril completó el primer vuelo de su dron a reacción YFQ-44A, un prototipo presentado a la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) dentro del programa Collaborative Combat Aircraft (CCA). Se trata de una aeronave no tripulada pensada para acompañar a un caza tripulado, extender el alcance de sus sensores y sumar capacidad de carga útil, como sensores, guerra electrónica o armamento, sin exponer una tripulación.
Ese primer vuelo es muy importante porque pone un sistema real sobre la mesa. Ya no es una idea, sino un candidato que la USAF puede evaluar como parte de una flota complementaria a los cazas tripulados.

Anti-drones navales: Coyote y Roadrunner-M llegan a destructores
El problema de 2025 no fue si había drones, sino cuántos y a qué costo derribarlos. En ese contexto, la Marina de los Estados Unidos empezó a armar buques destructores Arleigh Burke con interceptores contra drones, más baratos por derribo, para no depender siempre de misiles de defensa aérea mucho más caros. Los interceptores utilizados son dos.
Entre las soluciones que aparecen en esa línea está el sistema Coyote de Raytheon/RTX. Se trata de un interceptor compacto con variantes cinéticas y no cinéticas, pensado para enfrentar desde drones individuales hasta escenarios de saturación. Suele integrarse con KuRFS, un radar Ku-band 360° optimizado para blancos chicos y lentos.
El 29 de septiembre de 2025, el Pentágono hizo público un contrato para el Coyote Missile System que incluye lanzadores fijos y móviles, interceptores cinéticos/no cinéticos y radares Ku-band.

En paralelo, la Marina evalúa los Roadrunner-M de Anduril, interceptores VTOL reutilizable con motores turbojet gemelos y carga útil modular. Están diseñados para despegar rápido, merodear y enganchar blancos UAS como capa adicional en escoltas.

Radar de defensa aérea: Sentinel A4, con el “primero” donde más importa
En 2025 también hubo movimientos desde tierra por parte de la defensa aérea. El Ejército de EE.UU. viene incorporando el Sentinel A4 de Lockheed Martin, un radar 3D de nueva generación para vigilancia y adquisición de blancos. Este sistema está pensado para mejorar la detección y el seguimiento de amenazas chicas y difíciles, como drones, además de aeronaves y misiles de crucero a baja cota.
Según reportó The War Zone, el primer despliegue completo del Sentinel A4 se orienta a la National Capital Region –Washington D.C. y alrededores–, el anillo de protección del espacio aéreo más sensible del país.

Enduring Shield (IFPC Inc 2): la capa del medio empieza a tomar forma industrial
La defensa aérea en capas necesita un sistema para ese espacio entre la defensa corta –los drones y amenazas cercanas– y la defensa más pesada y de largo alcance, como el sistema Patriot. Ahí entra IFPC Increment 2, un sistema móvil y terrestre pensado para proteger bases, aeródromos y depósitos contra drones y misiles de crucero, con cobertura 360° y capacidad de enfrentar amenazas simultáneas desde distintas direcciones y alturas.
El corazón del conjunto es el lanzador Enduring Shield de Leidos integrado a la red de mando y control del Ejército (IAMD/IBCS). Esto es, operar conectado a sensores y a un sistema de asignación de blancos.
En 2025, Leidos informó que estaba preparando el programa para pasar a una producción de mayor escala, y precisó que el contrato arrancaba con una primera orden de 18 lanzadores destinados al esquema de defensas de Guam. En su comunicado, también explicó que IFPC Inc 2 está diseñado con arquitectura abierta para aceptar distintos interceptores.

Patriot e IBCS: compras grandes y “red” como producto
España cerró 2025 con una compra fuerte de defensa aérea. Raytheon informó un contrato de US$ 1.700 millones para entregar cuatro unidades Patriot, en formato FMS. El paquete incluye radares, lanzadores, puestos de comando y control y equipamiento de entrenamiento.
Y Polonia sumó otra hito en defensa. El Ejército de EE.UU. publicó que Varsovia declaró la Capacidad Operacional Plena (FOC) de su Patriot integrado con IBCS. El IBCS es el cerebro de mando que conecta sensores y efectores bajo una arquitectura abierta y modular, para que el sistema funcione como red, compartiendo datos y asignación de blancos.

Misiles en órbita baja: SDA compra 72 satélites para tracking de amenazas
En 2025, el salto más relevante en sensores espaciales fue que la Space Development Agency (SDA) formalizó la próxima tanda de su red de alerta y seguimiento de misiles en órbita baja. El 19 de diciembre, la agencia anunció cuatro acuerdos por US$ 3.500 millones para construir 72 satélites de la Tracking Layer Tranche 3 dentro de la Proliferated Warfighter Space Architecture (PWSA). Los contratos se repartieron entre Lockheed Martin, Rocket Lab, Northrop Grumman y L3Harris, con 18 satélites por equipo, y un objetivo de lanzamientos en el año fiscal 2029.
El fenómeno tecnológico está en el objetivo de los satélites. Prometen una constelación en ocho planos orbitales, con sensores infrarrojos para alerta y seguimiento y, en parte de la flota, cargas útiles orientadas a misión de defensa antimisil capaces de generar tracks de calidad fire-control. Cada satélite incluye una carga IR, terminales de comunicación óptica, enlace en banda Ka y un respaldo en banda S para TT&C. Además, están pensados para operar integrados a la Transport Layer, la malla de comunicaciones de baja latencia de la PWSA, para bajar datos más rápido hacia enlaces tácticos.

Hipersónicos: CPS y la “cold-gas launch” como paso de integración real
El 2 de mayo de 2025, la Marina de Estados Unidos informó un ensayo de vuelo end-to-end de su arma hipersónica Conventional Prompt Strike (CPS) desde la Estación de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral, Florida. Fue la primera vez que el programa usó el método cold-gas launch, el esquema pensado para operar CPS desde plataformas navales.
En términos simples, cold-gas launch significa que el misil se expulsa del lanzador con gas y recién enciende el motor de la primera etapa cuando ya está a una distancia segura del buque. La Marina lo plantea como un paso técnico clave para poder llevar el sistema al mar, con la mira puesta en su primer despliegue a bordo del USS Zumwalt.

Autonomía sin GPS: el demo aire-mar de HavocAI en Portugal
En Troia, Portugal, HavocAI hizo una demostración donde drones aéreos y embarcaciones no tripuladas trabajaron como un solo equipo con el GPS bloqueado. La prueba apuntó a coordinar plataformas para buscar, seguir y atacar un objetivo, sin depender de navegación satelital.
Lo importante no es la lancha o el dron, sino el software de autonomía colaborativa. HavocAI sostiene que el sistema mantiene la misión incluso con señales degradadas, usando métodos alternativos de navegación y sincronización y tolerando pérdidas de comunicación. En términos operativos, que el conjunto no se caiga cuando el entorno está interferido.

Guerra submarina autónoma: Ghost Shark pasa a fábrica
En 2025, Ghost Shark dejó de ser un prototipo y pasó a programa de adquisición. El gobierno australiano anunció una inversión de US$ 1.450 millones y un contrato por cinco años con Anduril Australia para entregar, mantener y seguir desarrollando estos vehículos submarinos autónomos de gran tamaño (XL-AUV) para la Marina. El objetivo declarado es suna plataforma sigilosa y de largo alcance, pensada para inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) y también para misiones de ataque.
Luego del anuncio del gobierno, Anduril comunicó la apertura de su planta en Sídney. Además, anunció que el primer Ghost Shark salió de línea antes de lo previsto, listo para pruebas de aceptación bajo el agua, con entregas iniciales previstas para enero de 2026.

Energía dirigida: HELIOS golpea un dron en pruebas
Los láseres navales llevan años en desarrollo, pero en 2025 apareció un dato de prueba bien concreto. En su reporte anual, el Center for Countermeasures (DOT&E) informó que apoyó una demostración del sistema HELIOS (High Energy Laser with Integrated Optical-dazzler and Surveillance) a bordo del destructor USS Preble DDG-88 para verificar y validar su funcionamiento y desempeño contra un blanco aéreo no tripulado. HELIOS es un arma de energía dirigida por láser de alta energía con deslumbrador óptico integrado y vigilancia, desarrolada por Lockheed Martin.
Eso no significa que un láser vaya a reemplazar a los misiles de defensa aérea. Sin embargo, indica que la Marina sigue empujando una capa adicional para amenazas baratas como drones, donde importa tanto el costo por derribo como la profundidad de munición disponible.

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