La empresa estatal china de electrónica de defensa CETC confirmó que Pekín y Brasil han comenzado a construir un laboratorio conjunto para tecnologías espaciales.
Así, en un momento en el que Estados Unidos mira con desconfianza los proyectos espaciales chinos en América Latina, Brasil vuelve a desafiar a Washington.
Entre la Tierra y el espacio
En plena carrera espacial entre EE.UU. y China, la presión norteamericana va en ascenso sobre los países latinoamericanos para cortar o minimizar los lazos con el Gigante Asiático.
Así, por ejemplo, dos proyectos de telescopios chinos en Argentina y Chile han sido congelados desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca, mientras los líderes de la región buscan evitar aranceles en su contra o incluso acceder a préstamos y créditos.
Según los funcionarios estadounidenses, estos telescopios chinos son herramientas que Pekín podría utilizar para aumentar sus capacidades de vigilancia sobre suelo estadounidense y las actividades de Washington en su “patrio trasero”, región que considera crucial para la defensa nacional.

El acuerdo con Brasil
El Instituto de Investigación en Comunicaciones de Redes del CETC firmó un acuerdo con la Universidad Federal de Campina Grande de Brasil y la Universidad Federal de Paraíba para establecer el Laboratorio Conjunto China-Brasil de Tecnología en Radioastronomía.
El CETC dijo que el laboratorio conjunto apoyaría la investigación de vanguardia para la observación astronómica y la exploración del espacio profundo.
La iniciativa de laboratorio llega mientras China y Brasil avanzan en el radiotelescopio BINGO, diseñado para ayudar a estudiar la estructura y la energía oscura del universo.
En junio, el CETC informó que la estructura principal del telescopio se había completado en China y enviada desde el puerto de Tianjin a Brasil. El instrumento, anunciado como el mayor radiotelescopio de Sudamérica, está previsto para completarse en 2026.
Más allá de la investigación, BINGO también será capaz de rastrear satélites, meteoritos y otros cuerpos pequeños, dijo CETC. Además, el sistema podría ayudar a identificar posibles amenazas de objetos cercanos a la Tierra.
Sin embargo, Washington cree que podrían predecir cuándo pasan satélites militares estadounidenses por encima y ayudar a coordinar el uso de armas antisatélite (ASAT).
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