Brasil dio esta semana uno de los pasos más importantes de su historia espacial. En el Centro de Lanzamiento de Alcântara (CLA), Maranhão, comenzó la integración de las cargas útiles al cohete surcoreano HANBIT-Nano. Este proceso marca el inicio formal de la fase crítica previa al lanzamiento y confirma la entrada del país al mercado comercial de lanzadores livianos. La operación es parte de la campaña Spaceward, que reúne a la empresa surcoreana Innospace, a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) y a los equipos científicos responsables de los satélites que viajarán a órbita.
El coronel ingeniero Rogério Moreira Cazo, coordinador de la operación, destacó que las pruebas funcionales y de compatibilidad se realizan entre Innospace y los desarrolladores de las cargas. FAB, por su parte, supervisa el proceso en el edificio de preparación de propulsores del CLA. Allí se ejecutan los chequeos de continuidad eléctrica, las pruebas de comunicación, la respuesta dinámica de los equipos conectados al sistema de integración y la validación del enlace entre los subsistemas del vehículo y los satélites. Es el paso clave para garantizar que todos los equipos soporten vibraciones, aceleraciones y condiciones térmicas del lanzamiento.
Superada esta etapa, la campaña avanza hacia la integración final. La instalación de los satélites en el módulo de carga, el cierre de cofia, los ensayos ambientales y la secuencia de simulaciones generales de pre-lanzamiento.


El camino técnico del HANBIT-Nano
El cohete que tendrá su primer vuelo comercial desde Brasil es un lanzador orbital de dos etapas desarrollado íntegramente en Corea del Sur. Cuenta con 21,8 metros de altura y capacidad para colocar hasta 90 kg en una órbita de 500 km. Además, incorpora un Sistema de Terminación de Vuelo (FTS) validado junto al CLA, esencial para abortar el ascenso en caso de anomalías.
Innospace diseñó a este lanzador como parte de una nueva generación de vehículos livianos, pensados para misiones rápidas, económicas y de alta confiabilidad.
El desarrollo del vehículo involucró 247 profesionales y se organizó en cuatro áreas técnicas: propulsión híbrida del primer estadio, motor de metano para el segundo, sistemas de alimentación eléctrica y control y aviónica. Entre 2024 y 2025 superó nueve hitos de calificación, desde pruebas de separación y ensayos de motores de 3 y 25 toneladas, hasta la certificación completa de ambas etapas. El ciclo de desarrollo tomó dos años y siete meses desde el vuelo experimental del HANBIT-TLV en 2023.

Spaceward: el punto de inflexión
El vuelo del HANBIT-Nano será también el primer lanzamiento comercial desde territorio brasileño. El debut comercial se realiza desde Brasil por la ventaja estratégica del Centro de Lanzamiento de Alcântara. El CLA, ubicado a solo 2,3° del Ecuador, permite alcanzar órbita baja con menor consumo de combustible y mayor capacidad de carga útil, algo especialmente valioso para lanzadores livianos.
Innospace fue autorizada a operar en Alcântara tras el llamado público lanzado por la Agencia Espacial Brasileña (AEB) en 2020, que abrió la base a empresas internacionales interesadas en realizar misiones comerciales desde territorio brasileño. Para Brasil, la operación representa ingresos, transferencia operacional y la consolidación del CLA como un polo regional de servicios de lanzamiento.
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