Firefly Aerospace confirmó que la explosión de su cohete Alpha durante un ensayo en Texas se debió a contaminación por hidrocarburos en una línea de fluidos. Esto descartó la hipótesis inicial de un posible fallo de diseño. El incidente ocurrió el 29 de septiembre en la base de pruebas de Briggs y destruyó completamente el booster que estaba destinado al vuelo 7. No hubo heridos ni daños fuera del banco de ensayos.
Según la empresa, uno de los motores registró un evento de combustión causado por contaminación de hidrocarburos introducida durante el montaje de la etapa. En otras palabras, se tuvo una ignición anormal dentro del motor, similar a ua pequeña explosión interna, provocada por aceite o restos de combustible filtrados.
A partir de esta falla, Firefly aumentó las inspecciones en los sistemas de fluidos, ajustó la configuración de los sensores en la primera etapa e incorporó más condiciones de aborto automático en las pruebas. Además, realizó una jornada interna de revisión de calidad para repasar procedimientos y corregir desvíos.
El programa Alpha de Firefly, bajo presión
El vuelo 7 de Alpha, que llevará una carga de demostración tecnológica para Lockheed Martin desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, seguirá adelante con un nuevo booster salido de la línea de producción. La empresa estima que el lanzamiento podría concretarse entre fines de este año y comienzos de 2026.
Los últimos antecedentes de Alpha no ayudan. En abril de este año, el vuelo 6 sufrió una anomalía durante la separación de etapas. El calentamiento aerodinámico dañó la tobera del motor de la segunda etapa y el cohete no logró alcanzar la órbita prevista. Esto derivó en la pérdida del satélite LM 400 de Lockheed Martin sobre el Pacífico.
Firefly indicó que este nuevo incidente tiene un impacto limitado sobre Eclipse, el cohete mediano que desarrolla junto a Northrop Grumman para colocar cargas mucho más pesadas que Alpha en órbita baja. Eclipse usará siete motores Miranda en la primera etapa y un motor Vira en la etapa superior, versiones más grandes y potentes de los motores Reaver y Lightning que hoy emplea Alpha.
La producción de los motores Miranda ya está en marcha y los primeros ensayos en banco del Vira, el motor optimizado para funcionar en el vacío de la etapa superior, están previstos para el año próximo. La compañía asegura que puede sostener ese ritmo de desarrollo gracias a un nivel alto de inversión, con ingresos trimestrales en aumento. Sin embargo, todavía arrastra pérdidas operativas después de su salida a bolsa.
Tal vez te interese: Firefly analiza lanzar su cohete Alpha desde Japón






