El jefe de espionaje australiano acusó a hackers chinos de llevar a cabo ciberataques que pusieron en peligro la seguridad del país. Según el funcionario, los delincuentes, al servicio del gobierno y ejército de China, tenían como fin la red de telecomunicaciones e infraestructura clave para Australia.

El Director General de Seguridad de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO), Mike Burgess, aseguró que los daños causados por espionaje le costaron US$ 8.100 millones en el año 2024. De la cifra mencionada, más de US$ 1.300 millones corresponden al sector privado en materia de secretos comerciales y propiedad intelectual.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores en Pekín desmintieron dichos crímenes y declararon que Australia “difunde información falsa y provoca deliberadamente la confrontación”. 

Burgess comentó en su discurso la semana pasada en el Instituto Lowy de Sidney sobre el lobby chino ante entes estatales y empresas privadas para acallar las acusaciones de ASIO sobre China. Sin embargo, el funcionario no dudó de sus denuncias y sentenció: “Eso no me impedirá mantenerme firme en mi determinación”.

Los grupos en la mira

Entre los principales acusados, se encuentran los grupos conocidos como Salt Typhoon y Volt Typhoon. Estos son conocidos por participar en distintas misiones de espionaje para el ejército chino y sabotaje para el gobierno. Según Burgess, tenían como finalidad interrumpir las operaciones y comprometer la seguridad del país.

Un posible ataque a nivel nacional sobre las telecomunicaciones en sectores como el bancario, transporte, corte de agua o electricidad, provocaría un efecto dominó con consecuencias sociales y económicas de dimensiones catastróficas. Los escenarios son tan simples como sacar de juego a una empresa como competidora comercial, o casos más caóticos donde se podría frenar las elecciones nacionales.

“Les aseguro que no se trata de hipótesis; gobiernos extranjeros tienen equipos de élite investigando estas posibilidades en este mismo momento”, afirmó Burgess.

Tal vez te interese: Los ciberataques siguen en aumento en Australia

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí