Este domingo, se celebró el 25 aniversario de la ocupación ininterrumpida del ser humano en el espacio gracias a la Estación Espacial Internacional (EEI). Pero, lamentablemente, este logro tecnológico se encuentra próximo a su fin.

Tanto la NASA, como los demás socios, procederán a derribarla a finales del año 2030 en una operación de la que formará parte SpaceX. Específicamente, se usará una versión modificada y reforzada de la cápsula de carga Dragón para desorbitar la EEI hacia una zona oceánica deshabitada. 

El lugar donde tendrá su fin la estación se llama Punto Nemo, nombre que se debe al famoso libro de Julio Verne de “Veinte mil leguas de viaje submarino”.

Está ubicado más específicamente en las coordenadas 48°52.6′S 123°23.6′O. Y lo característico de esta región es su lejanía de toda civilización ya que es el punto más aislado de cualquier superficie terrestre.

En otras palabras, la tierra más cercana estan a 2.688 km: la isla Ducie, parte de las islas Pitcairn, al norte; Motu Nui, una de las islas de Pascua, al noreste; y la isla Maher, parte de la Antártida, al sur.

Esta no será la primera nave que se entierra en ese lugar. En realidad , las agencias utilizan el Punto Nemo de manera regular para olvidar miles de naves espaciales allí. Su privilegio radica en que su aislamiento es capaz de mitigar cualquier accidente o incidente a personas, edificios o infraestructura humana.

¿Cómo será la operación? 

La operación de desintegración consta de tres pasos. El primero será la separación del panel solar y el radiador, seguido por la desintegración y separación de módulos intactos y el segmento de la armadura. Por último, la fragmentación de módulos individuales y pérdida de la integridad estructural de la armadura. 

“Se espera que la mayor parte del hardware de la estación se queme o vaporice durante el intenso calentamiento asociado a la reentrada atmosférica. Mientras, algunos componentes más densos o resistentes al calor, como las secciones de la estructura, se espera que sobrevivan a la reentrada y americen en una zona deshabitada del océano”, declararon los funcionarios de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.

La proyección radica en el conocimiento empírico de otras grandes naves como la Mir de Rusia en marzo de 2001, y el fallido intento Skylab de la NASA en 1979, que terminó en Australia Occidenal. El actual récord a la nave más grande en el cementerio de de naves espaciales lo sostiene la Mir de 33 metros y 130 toneladas, pero será ampliamente superado cuando la EEI con sus más de 100 metros y 460 toneladas tenga su sepelio en el año 2030.

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