China amplió su flota de satélites de observación terrestre con el lanzamiento del Gaofen-14 (02), un satélite cartográfico de alta precisión destinado a reforzar el China High-resolution Earth Observation System (CHEOS). El lanzamiento se concretó este fin de semana desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, a bordo de un cohete Long March 3B. Estuvo a cargo de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), que confirmó la correcta inserción del satélite en una órbita heliosincrónica.

El Gaofen-14 (02) forma parte del sistema de observación CHEOS, orientado a aplicaciones como cartografía topográfica, planificación urbana, diseño de redes viales, monitoreo agrícola y respuesta ante desastres naturales. El programa, iniciado en 2013, permitió a China construir una red de satélites ópticos, multiespectrales, hiperespectrales y de radar de apertura sintética (SAR) capaces de captar datos de alta resolución sobre la superficie terrestre.

Además, un documento técnico sobre la primera unidad Gaofen-14 destacó que el sistema está diseñado para generar productos cartográficos a escala 1:10.000 y proporcionar posicionamiento global de alta precisión, lo que lo convierte en uno de los satélites estereográficos más exactos del país.

Según información de la Academia China de Tecnología Espacial (CAST), el nuevo satélite integra cámaras dual-line-array y una cámara hiperespectral. Además, incorpora un láser de rango, de resolución pancromática de 0,6 m, resolución multiespectral de 2,4 m y un ancho de franja de observación de unos 40 km. Su cámara hiperespectral cuenta con alrededor de 100 bandas y una resolución de 5 m en el rango visible-infrarrojo.

El cohete Long March 3B y su inusual misión heliosincrónica

La misión representa un caso atípico para el Long March 3B, que habitualmente coloca satélites en órbitas de transferencia geoestacionaria. En esta oportunidad, sin embargo, fue utilizado para alcanzar una órbita heliosincrónica (SSO), algo que solo había ocurrido una vez en su historia operativa. Para lograrlo, la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento (CALT) incorporó una cofia extendida de 4,2 metros de diámetro, especialmente diseñada para acomodar la estructura de gran tamaño del satélite Gaofen-14 (02), lo que marcó una adaptación técnica poco habitual dentro del programa Long March.

El Gaofen-14 (02) fue insertado en una órbita de entre 486 y 493 km de altitud, idéntica a la que ocupa la primera unidad. Desde esa posición, el satélite puede mantener un ángulo de iluminación constante sobre cada punto del planeta, condición clave para obtener imágenes comparables a lo largo del tiempo y garantizar una cartografía estereoscópica de alta fidelidad. Gracias a ello, el sistema se convierte en una herramienta esencial para el relevamiento topográfico y el monitoreo de la superficie terrestre.

Con este lanzamiento, el programa espacial chino alcanzó su intento orbital número 66 del año 2025, quedando a tan solo dos misiones de igualar su récord histórico. Este ritmo de actividad confirma la expansión sostenida del plan espacial del país, que combina proyectos de observación terrestre, exploración interplanetaria y vuelos tripulados.

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