La compañía californiana Vast Space está a punto de hacer historia. Su estación espacial Haven-1, actualmente en las etapas finales de construcción, se prepara para un lanzamiento previsto en 2026 a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. Con este proyecto, la empresa apunta a inaugurar una nueva era en los vuelos espaciales humanos, dominada por la iniciativa privada.
En las últimas semanas, Vast completó la soldadura final de la estructura principal de Haven-1, seguida de la etapa de pintura. Los próximos pasos incluyen la instalación de la escotilla de vuelo y una ventana abovedada de observación, elementos que darán forma definitiva al módulo antes de ser sometido a pruebas ambientales y de vacío.
Con un peso aproximado de 14.000 kg, Haven-1 será la nave más grande jamás lanzada por un Falcon 9. Una vez en órbita terrestre baja, se convertirá en una plataforma independiente y privada, capaz de albergar hasta cuatro astronautas en misiones de corta duración. La vida útil estimada es de tres años, durante los cuales se prevé realizar unas cuatro misiones tripuladas de 10 días cada una.
“Si mantenemos el plan actual, Haven-1 será la primera plataforma comercial independiente en el espacio”, aseguró Drew Feustel, astronauta principal de Vast y exmiembro de la NASA, durante el Congreso Astronáutico Internacional celebrado en Sídney. El lanzamiento ya tiene reservado su Falcon 9 y podría concretarse hacia el segundo trimestre de 2026.
La empresa detrás del proyecto
Fundada en 2021, Vast Space creció con una velocidad meteórica. Hoy cuenta con 800 empleados y fabrica casi todo su hardware internamente, salvo los paneles solares y los propulsores. “Cuando me uní a la compañía, en diciembre de 2023, todavía debatíamos si usar acero inoxidable o aluminio. Menos de dos años después, ya tenemos la estructura principal soldada”, recordó Feustel.
Diseño centrado en el ser humano
A diferencia del entorno utilitario de la Estación Espacial Internacional (ISS), Haven-1 busca priorizar el bienestar psicológico y físico de sus ocupantes. Su interior combina tonos cálidos, iluminación ambiental y una distribución ergonómica para reducir el estrés durante las misiones.
Entre sus innovaciones se incluye un sistema de descanso inflable que permite ajustar la presión del entorno y simular una leve sensación de gravedad al dormir, reemplazando los tradicionales sacos de dormir atados. Además, un exdesarrollador de alimentos de Campbell’s fue contratado para repensar la alimentación espacial, con el objetivo de ofrecer comidas más agradables y nutritivas en microgravedad.
La gran ventana abovedada, de 1,1 metros de diámetro, será uno de los distintivos de la estación, ofreciendo vistas panorámicas de la Tierra y contribuyendo al confort psicológico de la tripulación.
Más allá de Haven-1: el futuro modular
Aunque Haven-1 representa el primer paso, Vast ya planifica su sucesora: Haven-2, una estación modular más grande y compleja que podría convertirse en el reemplazo natural de la Estación Espacial Internacional, prevista para su retiro en 2030.
El nuevo diseño incorporará un segundo puerto de acoplamiento, mayor volumen presurizado y paneles solares fijos, además de la posibilidad de añadir nuevos módulos de carga o hábitat.
“Haven-2 será más grande y flexible. Queremos que pueda recibir carga mientras haya tripulación a bordo”, explicó Feustel. La compañía prevé que este sistema modular se convierta en el modelo base para futuras infraestructuras orbitales privadas.
El desarrollo de Haven-1 está financiado íntegramente con capital privado, y Vast asegura que los fondos necesarios para su lanzamiento ya están asegurados. En cambio, Haven-2 dependerá en parte del programa Commercial LEO Destinations (CLD) de la NASA, que busca estimular la creación de estaciones espaciales comerciales que tomen el relevo de la ISS.
Una nueva forma de habitar el espacio
Para Vast, el verdadero objetivo no es solo enviar personas a la órbita, sino crear lugares donde vivir y trabajar fuera de la Tierra. Según Eva Behrend, vicepresidenta de comunicaciones, “nos fundamos con la idea de hacer posible la vida a largo plazo en el espacio, con estaciones que combinen funcionalidad, confort y sostenibilidad”.
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