La semana pasada, el Gravity-1, el cohete de combustible sólido más potente del mundo, logró su segundo vuelo exitoso desde el Mar Amarillo. El lanzador, desarrollado por la empresa privada china Orienspace, se elevó desde una barcaza marítima frente a la costa de Haiyang.

Un diseño imponente y una capacidad récord

El Gravity-1 mide 30 metros de altura y está compuesto por tres etapas principales y cuatro propulsores laterales, todos alimentados con combustible sólido. Este esquema le otorga una fuerza de empuje de 600.000 kg y un peso al lanzamiento de 405.000 kg, cifras que lo ubican como el cohete sólido más poderoso en operación.

Gracias a esta configuración, el vehículo puede colocar hasta 6.500 kg de carga útil en órbita terrestre baja (LEO), o alrededor de 4.200 kg en órbita heliosincrónica (SSO) a 500 km de altitud.

Su primer vuelo tuvo lugar en enero de 2024, también desde la misma plataforma marítima. En aquella ocasión transportó tres satélites meteorológicos comerciales Yunyao-1, posicionando a Orienspace como uno de los nuevos actores relevantes del sector aeroespacial chino.

El vuelo del 10 de octubre: precisión y consolidación

El nuevo lanzamiento del Gravity-1 no solo repitió el éxito, sino que confirmó la madurez técnica del sistema. El cohete colocó en órbita al satélite de observación Jilin-1 y dos naves experimentales, cumpliendo todas las maniobras planificadas y validando la fiabilidad del vehículo.

Para Orienspace, este vuelo fue una prueba crucial de consistencia operativa. Permitió verificar la secuencia de lanzamiento desde plataforma marítima, la separación de etapas y la precisión orbital en distintos tipos de trayectorias.

Este segundo despegue también consolidó el objetivo estratégico de la compañía: ofrecer lanzamientos comerciales rápidos y flexibles, aprovechando la movilidad y el aislamiento que brindan las plataformas marítimas.

Próximas etapas: el desarrollo de Gravity-2 y Gravity-3

El programa Gravity no se detiene en este hito. Orienspace avanza en el diseño de dos versiones más grandes y potentes: Gravity-2 y Gravity-3.

El Gravity-2 incorporará una etapa central alimentada por combustible líquido (queroseno y oxígeno), combinada con propulsores sólidos laterales, lo que ampliará su capacidad hasta 25,6 toneladas en órbita baja. Este modelo busca integrar lo mejor de ambos mundos: la alta densidad energética del sólido con la capacidad de control y eficiencia del propelente líquido.

Por su parte, el Gravity-3 utilizará tres etapas centrales del modelo Gravity-2 acopladas entre sí, siguiendo un concepto similar al Falcon Heavy de SpaceX, que combina tres núcleos Falcon 9. De este modo, el nuevo cohete alcanzará una capacidad de carga aún mayor —unas cinco toneladas más que el Gravity-2—, apuntando directamente al segmento de lanzadores pesados para misiones comerciales y gubernamentales.

Ta vez te interese: El cohete chino Long March 12 debutaría este año

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí