Durante un encuentro de SpaceNews Live esta semana, inversores y ejecutivos debatieron el impacto de la creciente inversión militar en Estados Unidos y Europa, destacando cómo las nuevas estrategias de defensa y el reordenamiento político global están reconfigurando la industria espacial.
“El panorama espacial cambió drásticamente en 2025”, afirmó Mark Boggett, director ejecutivo de la firma de capital de riesgo Seraphim Space. El empresario señaló que la causa principal son las nuevas políticas impulsadas por Donald Trump, en particular su programa Golden Dome, una ambiciosa red de defensa antimisiles sustentada en infraestructura satelital.
En Europa, la reacción fue inmediata. Los gobiernos están destinando más de un US$ 1.000.000 millones a programas de defensa y capacidades espaciales soberanas, con el objetivo de reducir su dependencia tecnológica de Estados Unidos. “Esto generó un viento de cola enorme”, agregó Boggett. “Europa busca autonomía, y ese impulso está reconfigurando el mercado”.
EE.UU acelera el desarrollo del Gondel Dome, Europa su independencia espacial
Tras la invasión rusa a Ucrania y la incertidumbre sobre el apoyo estadounidense, el continente europeo decidió fortalecer su industria espacial. Los nuevos fondos se dirigen principalmente a proyectos de vigilancia, comunicaciones seguras y defensa orbital, considerados ahora pilares estratégicos. Alemania, por ejemplo, planea invertir US$ 41 mil millones hasta 2030 para desarrollar su infraestructura espacial.
El crecimiento de los presupuestos de defensa también abrió la puerta a la inversión privada. “Hoy hay fondos interesados en defensa que hace un año ni siquiera miraban este sector”, señaló Boggett. “El concepto de uso dual —tecnologías con aplicación civil y militar— se volvió especialmente atractivo”.
En paralelo, el Pentágono impulsa su propio salto tecnológico con el programa Golden Dome. “Golden Dome va a marcar la forma en que se adquieran los activos espaciales en los próximos años”, explicó Kirk Konert, socio gerente de AE Industrial Partners, fondo con inversiones en Firefly Aerospace.
Firefly, que debutó en bolsa este año, anunció la compra de SciTec, una compañía de análisis de defensa, para ampliar su participación en programas nacionales de seguridad vinculados a Golden Dome. “El entorno actual abre oportunidades para nuevos actores en el espacio comercial”, agregó Konert.
El auge de las inversiones militares en defensa tecnológica
La percepción de los inversores cambió radicalmente. “Hace 18 meses, invertir en tecnología de defensa o espacial no era una gran idea para los fondos institucionales. Hoy está entre sus principales prioridades”, dijo Konert.
Theresa Condor, directora ejecutiva de Spire Global, recordó que el punto de inflexión fue la guerra en Ucrania, cuando los sistemas espaciales comerciales demostraron su valor estratégico. “Se vio claramente el rol del espacio en comunicaciones, observación terrestre y detección de interferencias”, señaló.
Los gobiernos, añadió, están invirtiendo en nuevas capacidades de inteligencia orbital, como la detección de señales de radiofrecuencia y monitoreo electrónico. “Hay un enorme interés por generar datos únicos desde el espacio y desarrollar infraestructura para analizarlos y explotarlos”, explicó Condor. Según ella, la Conferencia de Seguridad de Múnich 2025 fue el momento en que Europa comprendió la urgencia de tener sistemas espaciales soberanos.
El resultado es un auge sin precedentes en comunicaciones satelitales, observación terrestre, alerta de misiles y ciberseguridad, acompañado por una ola de fusiones y adquisiciones. “Estamos apenas al comienzo de un gran ciclo de inversión en tecnología espacial y de defensa a nivel mundial”, afirmó Konert.
“Vemos más actores, más competencia y una clara consolidación del sector”, coincidió Boggett.
Aparentemente, la nueva carrera espacial no se libra por la Luna, sino por la seguridad desde la órbita.
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