El Ministerio de Defensa de Taiwán advirtió que China está incrementando sus operaciones militares alrededor de la isla y perfeccionando su capacidad para ejecutar un ataque sorpresa. Además, señaló que Beijing emplea tácticas de “guerra híbrida” para socavar la confianza en el gobierno taiwanés mediante ciberataques, inteligencia artificial y campañas de desinformación.

Desde hace cinco años, Taiwán —una isla gobernada democráticamente que China considera parte de su territorio— enfrenta una creciente presión militar del continente. Desde 2022, Pekín realizó por lo menos siete ejercicios bélicos de gran escala en torno a la isla.

El informe, publicado cada dos años, advierte que el Ejército Popular de Liberación combina operaciones de “zona gris” —como patrullas de la guardia costera, daños a cables submarinos o el uso de globos— con patrullas de combate conjunto, ejercicios focalizados y guerra cognitiva, conformando una amenaza integral.

De los ensayos al combate real

Según el documento, China podría convertir sus simulacros en operaciones de combate reales sin previo aviso, sorprendiendo a Taiwán y a sus aliados.

También se advierte que la guardia costera china amplía su presencia alrededor de la isla y podría coordinarse con las fuerzas armadas en misiones de contención agresiva y en ensayos de invasión. Además, Pekín recurre a buques mercantes civiles con capacidad de transportar tanques y equipos pesados para operaciones militares, y desarrolla equipos especializados para desembarcos anfibios.

El informe también acusa a China de emplear un “ciberejército profesional” destinado a manipular redes sociales con desinformación y mensajes polarizantes. Asimismo, señala que medios estatales chinos buscan erosionar la moral pública y la voluntad de defensa con tecnologías como deepfakes e inteligencia artificial. El objetivo sería dividir a la sociedad taiwanesa y debilitar su confianza en el gobierno.

El objetivo de China: debilitar la defensa de Taiwán

El informe concluye que Beijing busca poner a prueba sus capacidades para enfrentar tanto a Taiwán como a fuerzas extranjeras, combinando acciones convencionales y no convencionales. Su estrategia, advierte el documento, apunta a erosionar el apoyo social al gasto militar y a detectar vulnerabilidades en la infraestructura crítica de la isla.

Como respuesta, el gobierno taiwanés avanza con un plan de modernización de sus fuerzas armadas. Su objetivo es elevar la inversión en defensa al 5% del PBI para 2030.

El reporte fue difundido en vísperas del discurso del Día Nacional, fecha que en 2023 motivó ejercicios militares chinos en señal de advertencia. Aunque la última ronda formal de maniobras ocurrió en abril, las incursiones de aviones y buques de guerra chinos son hoy una presencia casi diaria en los alrededores de la isla, reflejando una presión sostenida que mantiene en tensión la seguridad regional.

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