Por primera vez, la Agencia Nacional del Espacio de China (CNSA) se comunicó directamente con la NASA para coordinar el tráfico espacial y evitar una posible colisión en órbita. El mensaje, fue sencillo pero histórico: “Les recomendamos mantenerse en posición, nosotros haremos la maniobra”. Así lo relató Alvin Drew, exastronauta y actual director de Sostenibilidad Espacial de la agencia estadounidense, durante el Congreso Internacional de Astronáutica realizado este jueves 2 de octubre.

Tras décadas de operar satélites prácticamente sin diálogo, China empieza a abrir canales de comunicación con potencias espaciales occidentales.

Alvin Drew es un oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, director de Sostenibilidad Espacial de la NASA, y exastronauta de la administración norteamericana. Fuente: NASA.

Aunque la notificación de la CNSA llegó por un simple correo electrónico, su importancia fue enorme. “Es la primera vez que se establece un intercambio bidireccional entre ambos operadores públicos del espacio”, subrayó Drew.

El gesto no se limita al ámbito gubernamental. Operadores comerciales chinos también comenzaron a contactar a sus pares occidentales. Según Darren McKnight, especialista de la firma LeoLabs, empresas como OneWeb y SpaceX ya recibieron mensajes desde constelaciones chinas para coordinar posiciones orbitales.

“Alguien en China está dando luz verde para dialogar y coordinar”, destacó Drew.

El desafío de las megaconstelaciones

La necesidad de cooperación es urgente. China proyecta dos gigantescas redes en órbita baja. Guowang, con unos 13.000 satélites para internet de las cosas, y Qianfan o Thousand Sails, con otros 15.000 satélites de banda ancha. En paralelo, SpaceX planea expandir Starlink hasta 42.000 satélites y Amazon desplegará más de 3.200 con su Project Kuiper.

Con miles de satélites compartiendo la misma franja orbital, los riesgos de colisión se multiplican. Para Drew, esto obliga a avanzar hacia un intercambio en tiempo real de información entre agencias y operadores. “Estamos viendo los primeros pasos”, señaló.

Todavía no está definido cómo se compartirán los datos orbitales y de maniobras de satélites, pero organismos como la Federación Astronáutica Internacional (IAF) y la Academia Internacional de Astronáutica (IAA) podrían facilitar ese proceso de coordinación.

De la desconfianza al contacto directo: China y Estados Unidos comienzan a coordinar el tráfico espacial

Durante años, la comunicación entre NASA y CNSA fue mínima, en gran parte por la Enmienda Wolf, que prohíbe a la agencia estadounidense financiar proyectos conjuntos con China sin aprobación del Congreso y el FBI.

El protocolo era rudimentario. Cuando había riesgo de colisión, NASA enviaba un aviso del tipo “creemos que vamos a chocar con ustedes, manténganse quietos, nosotros maniobraremos”. La mayoría de las veces no había respuesta y, en al menos una ocasión, ambas partes maniobraron al mismo tiempo y la colisión se evitó por azar.

“Hoy estamos en un punto muy distinto”, celebró Drew. “Ese intercambio de correos representa un avance enorme respecto de lo que teníamos antes”.

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