Europa dio un paso decisivo hacia la reutilización de lanzadores espaciales en busca de competir con SpaceX. El prototipo Themis, desarrollado por ArianeGroup para la Agencia Espacial Europea (ESA), fue trasladado e instalado en el Centro Espacial Esrange, al norte de Suecia, a mediados de septiembre. Con ello comienza una etapa de ensayos que será determinante para el futuro de los cohetes europeos.
Themis no es un lanzador operativo, sino un demostrador tecnológico. Con sus 30 metros de altura, está concebido para ensayar todos los sistemas clave de una etapa principal reutilizable, desde la propulsión hasta la interfaz con la plataforma. El vehículo está equipado con el motor Prometheus, diseñado en Europa y capaz de entregar un empuje de unas 100 toneladas, con la particularidad de ser reutilizable y de bajo costo de fabricación.
El objetivo inmediato no es colocar satélites en órbita, sino validar en tierra y en vuelos cortos la viabilidad técnica de un sistema que pueda despegar y aterrizar de manera controlada, siguiendo la tendencia inaugurada por SpaceX con el Falcon 9, pero con tecnología propia europea.
Pruebas en la plataforma
La llegada de Themis a Esrange marcó el inicio de la etapa de pruebas combinadas. El objetivo de estos ensayos es comprobar la correcta integración del vehículo con los sistemas mecánicos, eléctricos y de fluidos de la plataforma. En esta fase también se realizarán pruebas criogénicas, que simulan las temperaturas extremas a las que se someten los tanques y líneas de combustible durante una operación real.
Superada esta instancia, Themis estará en condiciones de afrontar su primera campaña de vuelos de baja altitud, conocidos como hop tests. Allí, se pondrán a prueba el despegue, el vuelo breve y el aterrizaje vertical controlado de la etapa.
El objetivo final es dotar a Europa de la capacidad de reutilizar lanzadores, lo que permitiría reducir costos por misión, aumentar la frecuencia de lanzamientos y disminuir la generación de residuos. Themis funciona como un laboratorio de innovación, en el que se ensayan tecnologías que podrán incorporarse a futuros cohetes.
Más allá del desafío técnico, el programa encierra un fuerte componente estratégico, avanzar hacia la independencia espacial europea. Contar con cohetes reutilizables propios garantizaría al continente un acceso sostenido al espacio sin depender de soluciones externas.
Un camino lleno de desafíos
A pesar de los avances, el programa enfrenta retos significativos. Lograr un aterrizaje preciso y seguro de una etapa principal exige sistemas de control avanzados, motores capaces de reiniciar y regular su empuje con alta precisión, y estructuras resistentes a ciclos repetidos de vuelo. Las pruebas criogénicas también plantean dificultades técnicas relacionadas con materiales y sellados.
Cada uno de estos pasos será observado de cerca, ya que el éxito de Themis puede marcar el comienzo de una nueva era para la astronáutica europea: competitiva, sostenible y a la altura de los líderes globales.
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