El Stiletto, buque experimental de la Armada de Estados Unidos diseñado como plataforma para probar nuevas tecnologías en el mar, realizó en junio de 2025 una demostración en Norfolk, Virginia. En la prueba presentó un sistema autónomo para la botadura y recuperación de embarcaciones pequeñas, con resultados ampliamente superiores a los métodos tradicionales.
Lejos de ser un buque convencional, el Stiletto forma parte del Programa de Prototipado y Experimentación Marítima Conjunta (JPEM), dependiente de la División Carderock del Centro de Guerra Naval de Superficie. Desde hace más de una década, este programa impulsa innovaciones a través de ensayos en condiciones operativas reales. Su diseño modular facilita la integración y el reemplazo rápido de sistemas.
“Con este barco buscamos instalar e integrar soluciones que respondan a las necesidades y deficiencias de los combatientes”, explicó Dennis Danko, director del programa.
Tecnología israelí en el mar norteamericano
La tecnología puesta a prueba fue desarrollada por la empresa israelí SEALARTEC, especialista en sistemas autónomos de captura y recuperación de embarcaciones. Su propuesta consiste en un sistema patentado que permite que una embarcación menor se acople de manera automática a la popa de un buque mayor, simplificando las operaciones de botadura y recuperación.
“El procedimiento es muy simple, el operador solo debe acercar la embarcación a la popa y ajustar la velocidad. A partir de allí, el sistema toma el control y completa de forma automática la captura y el aseguramiento”, explicó Amatai Peleg, director ejecutivo de SEALARTEC. El objetivo es que esta operación, que suele ser compleja y riesgosa, se transforme en un proceso más seguro, económico y eficiente.
La modularidad como ventaja
El caso del Stiletto mostró además otra ventaja: acelerar los tiempos. Lo que en un programa tradicional suele demandar años, aquí se resolvió en pocos meses. El equipo detectó la necesidad, firmó acuerdos, instaló el sistema y realizó la demostración sin dilaciones. “Cuando dijimos que queríamos trabajar con la Armada de EE.UU., muchos aseguraban que era imposible. Ciertamente, sin el Stiletto, no habríamos tenido la oportunidad de mostrar esta capacidad”, reconoció Peleg.
Otra característica clave es que el buque está diseñado para actualizarse constantemente. Cada componente puede intercambiarse y adaptarse, lo que permite probar nuevas tecnologías con rapidez. “Gracias a esa modularidad, el Stiletto siempre se mantiene vigente. Podemos integrar lo más avanzado y estar preparados para lo que viene”, destacó Scott Sampson, gerente de diseño del CCD.
Además, el equipo trabaja en la automatización de los sistemas de propulsión del barco, lo que sumará una ventaja táctica en operaciones reales.
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