Entre el 18 y el 22 de agosto de 2025, la Base Aérea de Hancock Field, en Syracuse, Nueva York, fue escenario de un encuentro entre la Guardia Nacional Aérea de Nueva York y una delegación de ingenieros y operadores espaciales de Brasil. El objetivo fue intercambiar experiencias y mejores prácticas en operaciones satelitales y cooperación internacional en el ámbito espacial.
Los anfitriones fueron los aviadores del 222.º Escuadrón de Comando y Control, unidad que apoya directamente a la Oficina Nacional de Reconocimiento de Estados Unidos, responsable de los sistemas de vigilancia satelital. También participaron especialistas del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea, de la Fuerza Espacial de EE.UU. y del Centro de Operaciones Espaciales de Brasil (COPE).
Durante cinco días se discutieron operaciones avanzadas de satélites, monitoreo de clima espacial y proyectos de vigilancia conjunta. Según los organizadores, el intercambio permitió alinear procedimientos y abrir la puerta a nuevas oportunidades de colaboración.
Nueva York y Brasil: Una relación que se afianza
La cooperación no es nueva: desde 2019, la Guardia Nacional de Nueva York mantiene con Brasil un Programa de Asociación Estatal. Esta iniciativa vincula a fuerzas estadounidenses con ejércitos extranjeros para entrenamientos e intercambio de conocimientos.
El sargento de Estado Mayor Jason Capostagno, operador de sistemas espaciales del 222.º, destacó que los brasileños llegaron con un alto nivel de preparación, aportando experiencias en operaciones comerciales conjuntas, uso de software especializado y meteorología espacial. “Estas charlas nos dieron una visión más clara de las prioridades de Brasil y de cómo integrarlas a nuestros sistemas”, señaló.
La capitana Leah Elsbeck subrayó que, aunque no se trató de un entrenamiento formal, el intercambio amplió la perspectiva de los aviadores sobre la cooperación internacional. Valoró además la continuidad del programa bilateral: “He visto cómo Brasil pasó de operar un solo satélite a contar con un programa sólido. Su personal es altamente competente y versátil; deben dominar múltiples áreas del ámbito espacial para cumplir con sus misiones”.
Por su parte, el aviador sénior Max Dean remarcó la relevancia de Brasil en las Operaciones Comerciales Conjuntas, que brindan información en tiempo real sobre el dominio espacial a países socios. “Esto fortalece la transparencia y hace del espacio un entorno más seguro”, afirmó.
Brasil, un histórico protagonista espacial
La trayectoria espacial brasileña comenzó en los años 60 con la creación del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), responsable de satélites y programas atmosféricos. En los 70 se lanzaron los primeros cohetes de sondeo y más tarde se inauguró el Centro de Lanzamiento de Alcântara, cuya ubicación ecuatorial le otorga ventajas estratégicas.
Con la apertura del Centro de Operaciones Espaciales en 2020, las fuerzas armadas brasileñas centralizaron la gestión de satélites. En 2024, el Comando Espacial de EE.UU. incorporó un oficial de enlace en ese centro para reforzar la cooperación.
El encuentro de Syracuse marcó un nuevo capítulo en la relación bilateral. “Eventos como este fortalecen la misión de Estados Unidos y sus socios. Cuanto más sólida sea la relación, más firme será la capacidad conjunta en el espacio”, sintetizó Dean.
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