Tras el exitoso vuelo número 10 del Starship, Elon Musk dijo que confía que la nave podrá comenzar a entregar 100 toneladas de carga útil a la órbita en 2026.

Específicamente, Musk dijo que esperaba que una versión mejorada del vehículo, conocida como Modelo 3, comenzara a volar el próximo año.

“A menos que tengamos algunos contratiempos muy importantes, SpaceX demostrará una reutilización total de la nave el próximo año, atrapando tanto el propulsor como el Ship. Así, será capaz de entregar más de 100 toneladas a una órbita útil”, explicó Musk.

Ese rendimiento es esencial para SpaceX, ya que le permite colocar satélites Starlink de próxima generación más grandes en órbita. Además, es vital para respaldar la versión de aterrizaje lunar de Starship que la compañía está desarrollando para la misión Artemisa de la NASA.

Un constante aprendizaje

La versión 3 de Starship será una “actualización gigantesca” de la versión 2 actual, dijo Musk, incluido el uso de motores Raptor de tercera generación.

“Casi todo cambia en el cohete con la versión 3”, aseguró, aunque reconoció que el cohete mejorado “podría tener algunos dolores iniciales porque es un rediseño radical”.

El vehículo de la versión 2 actual sufrió tres fallas consecutivas que terminaron en explosiones, antes de que el vuelo 10 consiguiera grandes éxitos recientemente.

Musk confirmó que queda un lanzamiento de la versión 2 de Starship, planeado para finales de este año, antes de cambiar a la versión 3. Sin embargo, no ofreció una estimación de cuándo tendría lugar el primer lanzamiento del nuevo modelo.

Desafíos para el Starship

Uno de los desafíos clave para Starship es desarrollar un sistema de protección térmica para la etapa superior que pueda sobrevivir a los rigores de la reentrada atmosférica. Esto es importante para no tener que realizar un mantenimiento significativo entre vuelos.

“Para la reutilización total del Ship, todavía queda mucho trabajo en el escudo térmico. Nadie ha hecho nunca un escudo térmico orbital totalmente reutilizable”, dijo Musk.

“Realmente estamos viendo la física fundamental aquí. Tratamos de averiguar cómo hacer algo que pueda soportar el calor, que sea muy ligero, que no transmita el calor a la estructura primaria, y que las baldosas permanezcan y no se agrieten”, agregó.

En el vuelo 10, SpaceX probó algunas tecnologías alternativas de mosaicos. Eso contribuyó a la extraña decoloración del vehículo después del reingreso, con parte de la sección de la nariz blanca mientras que gran parte de la carrocería era de color óxido.

En el vuelo 10, SpaceX instaló tres baldosas metálicas para probar su rendimiento en comparación con las baldosas cerámicas utilizadas en otras partes de la nave. Pero las baldosas metálicas “no funcionaron tan bien”, oxidándose en la atmósfera superior durante el reingreso.

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